Público
Público

Diván teutón en la cuna de Freud

Alemania se conjura para ganar a Austria y acompañar a Croacia en los cuartos de final

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Alemania está nerviosa. Demasiado. Se la juega esta noche con Austria, que tiene muy poco que ofrecer como adversario. Pero lo poco que tiene va ligado al orgullo y al habitual pique fronterizo. A viejas rencillas que pueden hacer que adonde no se llega con la pelota se llegue con los sentimientos. Alemania no teme el fútbol de Austria. Lo que le da pánico de sus vecinos es el corazón y el hecho de que también éstos tienen opciones de pasar, si logran otra victoria histórica que restregarle a su vecino. Todo ello tiene a los alemanes con el estómago encogido y la cabeza a mil.

“Estos partidos disparan la testosterona de los austriacos”, ha dicho temeroso Low, el seleccionador alemán. La de sus jugadores parece que se ha desbordado antes de tiempo y a deshora. La presencia nocturna en el hotel de concentración, tras la dolorosa derrota ante Croacia, de las compañeras sentimentales de Mario Gómez, Schweinsteiger, Kuranyi, Klose y Lehmann, entre otros, ha desquiciado a Ballack: “Algunos han festejado demasiado. No han encajado bien los elogios y se creían que esto se iba a ganar solo”.

Ante el exceso de relajación y el descontrol reinante, el capitán ha dado un puñetazo en la mesa al margen de su seleccionador. Ballack convocó ayer a todos sus compañeros en el hotel de concentración de Alemania, en Viena. Una reunión a la que no fue invitado Low. “Hay veces que en las que es mejor que no esté el entrenador porque hay jugadores que se sueltan más. Son conversaciones en las que se dicen cosas fuertes”, señaló el captián germano para justificar la no invitación a Low.

De modo que hubo autoterapia germana en la cuna de Freud. Si se dice que el entrenador debe ser un buen psicólogo, a los jugadores alemanes, el suyo no les debe convencer demasiado. Estos divanes colectivos suelen derivar en autogestión. Otro palo para Low, al que recientemente tuvo que ratificar el presidente de la Federación Alemana de Fútbol dados los incesantes rumores aparecidos.

Uno de los más deprimidos es Metzelder, vapuleado por la prensa alemana, que no se explica porqué es titular un jugador que apenas ha llegado a la decena de partidos esta temporada por sus continuadas lesiones. Le acusan de estar lento y torpe en el marcaje. El central Metzelder se defendió de esos ataques sin piedad: “Cada vez me encuentro mejor y no creo que estuviera tan mal”. La psicosis por un posible batacazo también ha propiciado la aparición pública del psicólogo de la selección, Hans-Dieter Hermann, que ha lanzado un mensaje antiansiedad: “Los jugadores están fuertes y preparados para ganar”. De hacerlo, puede que Ballack le quite el puesto. El de Low parece ocuparlo desde ayer.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?