Este artículo se publicó hace 13 años.
Djokovic asusta aún más a Nadal
El serbio gana el torneo y ratifica su superioridad
Nadal lo tiene cada vez más difícil. Porque hasta hoy se sabía que Djokovic era el mejor jugador de la temporada, que desde que empezó 2011 nadie se atrevía a toserle, pero se dudaba que eso fuese para siempre y en todas las superficies. En tierra y con el público en contra, parecía imposible que se impusiese a Nadal. Lo hizo. Y ahora todo aquel territorio de certezas se ha convertido en penumbra.
Djokovic se ha transformado en un jugador tremendo. Nadal dice que ya lo era antes, que nada ha cambiado, pero los resultados se empeñan en contradecir al balear. Los detalles son diferentes, aunque sean sólo los relacionados con el plan de juego. El serbio es hoy más calmado, está seguro de sí mismo y juega los puntos con una pasmosa tranquilidad. Antes valía con apretarle para que quisiese finiquitar el juego lo antes posible, ahora la madurez le permite ser el que espera. Y sólo con ese cambio se ha convertido en un enigma para todo el circuito: ¿cómo se gana a Djokovic? La respuesta sigue en.
Nadal lo intentó todo, pero ninguna de sus soluciones fue la correcta. Empezó el partido perdiendo 4-0 en el primer set. La Caja no aguantaba los nervios, su ídolo estaba contra las cuerdas, roto en el fondo de la pista, superado por el ciclón. Ni siquiera en esas el número 1 lo puso fácil. La mayoría hubiese tirado la toalla pensando en sobreponerse en otros sets, pero él se negó, subió el nivel y remontó las dos roturas que llevaba en contra hasta ponerse 5-5. Esa recuperación de Nadal hubiese desquiciado al Djokovic de toda la vida. En realidad, a cualquier humano que toca con los dedos su objetivo y ve cómo se lo arrebatan, pero el nuevo Nole no concedió al miedo ni un segundo se centró y ganó 7-5.
Djokovic tiró pocos golpes ganadores, pero también acumuló escasos errores
Djokovic tiró pocos golpes ganadores, pero también acumuló escasos errores. Porque el serbio ya no falla. Solventaba su saque con más solvencia que Nadal, casi siempre empujado hasta el 40-40. Y con ese dominio del servicio el tenis es mucho más fácil. En el segundo set fueron intercambiandose juegos, pero siempre Djokovic pareció por encima. La puñalada final llegó con el 5-4 y el servicio en manos de Nadal. El serbio subió el nivel y rompió. 2 horas y 16 minutos de buen partido que se decantó por el mejor.
Nadal llevaba 37 partidos seguidos en tierra sin perder y a Djokovic le había vencido en sus nueve cruces previos sobre arcilla. El récord que sigue en pie es el del serbio, que ya acumula 34 partidos seguidos ganando. Seis torneos de seis en el año.
Quedan motivos para la esperanza. La excusa de que en Madrid se juega en altura y la bola corre más. La presunción de que a cinco sets y en tierra Nadal es imbatible. La convicción de que Roland Garros será diferente. Cuestiones seguras que hoy son también parte de la incertidumbre.
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