La noticia apenas le varía el gesto. 'Hasta que vea que no juega, no me lo creeré', admite Katsikaris. La baja de Splitter, anunciada ayer por Ivanovic, pero que el propio jugador brasileño deja en entredicho -'estoy en una situación crítica, pero todos queremos jugar aquí'-, varía poco el ideario de partido que ha concebido el técnico del Bilbao. En su pizarra, la zona de peligro lleva asociado el rastro de Teletovic. 'Por él pasará el partido', incide Katsikaris.

En la versatilidad del último MVP de la Copa, un doble juego que explora todas las opciones desde el triple hasta la parte más íntima de la zona, ha incidido el técnico griego que su equipo se puso el chip de la competición copera tras derrotar al Madrid. 'Sabemos que es un jugador complicado de fijar. No se le puede dejar respirar porque es capaz de anotar desde su casa', reconoce Katsikaris.

El pasado año, entre los 20 puntos que sumó el bosnio en la final ante Unicaja, 18 se construyeron desde la línea de 6,25 metros. 'Antes, que un pívot se atreviese con un triple era toda una experiencia. Ahora forma parte de la normalidad del baloncesto moderno', asume Teletovic, consciente de que su rol ha subido de intensidad ante la posible baja de Splitter.

'Siempre, desde pequeño, me ha gustado tomar responsabilidades. Los últimos cinco minutos, el último tiro para ganar... Siempre me ha gustado estar ahí', explica el bosnio, cargado de automotivación. '¿Un favorito? Nosotros. Sabemos que podemos hacer lo que haga falta para intentar repetir título', anuncia desde su doble juego.