Este artículo se publicó hace 14 años.
"España es el equipo más ofensivo de este Mundial"
Ruud Krol. Un mito de la Naranja Mecánica que perdió las finales del 74 y del 78
Ruud Krol fue uno de los símbolos de aquel fútbol total que revolucionó el juego. Estuvo presente en las dos finales perdidas por Holanda. Ahora es entrenador del Orlando Pirates, de Soweto.
¿Está marcado por aquellas dos finales perdidas?
Llegar a dos finales consecutivas de un Mundial es algo extraordinario, pero perderlas es muy doloroso. Siempre las tienes en la cabeza cada cuatro años de manera intensa. Es inevitable porque recuerdas que tú tuviste esa oportunidad y además por dos veces.
Van Marwijk dice que después de la final dirá cuál es su legado, ustedes no ganaron, pero se les recordará siempre.
Es nuestro único consuelo, hace poco coincidí con Parreira, que en el 74 estaba de ayudante en Brasil y me dijo que aquella selección holandesa fue el mejor equipo que vio jugar. Es un halago lo de Parreira, pero no ganamos.
¿Qué pasó?
En la del 74 nos pusimos 1-0 en el marcador muy pronto, quisimos demostrar demasiado qué éramos los mejores del mundo y lo pagamos.
¿Es cierto que hubo una fiesta la noche anterior y que lo acusaron?
No sé, yo no estaba, Rinus Michels nos dijo que el diario Bild estaba inflando una noticia sobre una fiesta, pero no le puedo decir más.
¿Y la del 78?
Yo era el capitán y soñaba con levantar la Copa del Mundo mirando al cielo, pero jugamos contra todo: Argentina, el árbitro y los organizadores. En cualquier otro país hubiéramos ganado. Tanto en el 74 como en el 78 éramos la mejor selección.
¿Tan duro fue?
La concentración fue tremenda. Estábamos en un sitio donde no había nada, no teníamos nada para entretenernos. Si salías a pasear siempre era con militares acompañándote, fue muy agobiante.
¿Y aquella carta que publicó El Gráfico' como si fuera de su puño y letra diciéndole a su hija que todo estaba bien en Argentina?
Fue una vergüenza, la dictadura quiso aprovecharse de mí, pero tomamos medidas legales. No sé cómo pudieron hacer eso. En la final podíamos espera cualquier cosa. La llegada al estadio fue una locura. Entramos en una calle en las que había miles de argentinos que empujaban el auotbús, pensé que lo volcaban.
¿El árbitro les perjudicó?
Tuvimos la sensación de que era imposible ganar. Cuando iba a empezar el partido Passarella le dijo al árbitro que Van der Kerkhoff no podía jugar con el vendaje que había utilizado el Mundial. Cuando amenzamos con retirarnos, accedió. Todo eran problemas. Hicimos traer desde Holanda una cinta de música que nos había dado suerte en el Mundial 74. Despareció el día antes de la final...
¿Hoy prefería a Alemania?
No, porque hubiera sido como un derby cargado de emociones, con muchos nervios y eso no es bueno. España es un equipo con mucha técnica, pero es posible batirles.
Ahora España juega como Holanda.
Sí, se aprecia la influencia de Michels y de Cruyff. La posesión de la pelota es la influencia más clara, porque nosotros presionábamos más.
¿Cómo explica aquella revolución?
Es la cultura holandesa, somos un país pequeño y siempre tuvimos que innovar. Michels fue un genio.
¿Le ha gustado el fútbol en este Mundial?
No, sólo España Alemania y Argentina jugaron al ataque, aunque los argentinos estaban desequilibrados en el centro del campo. España es el equipo más ofensivo.
¿Y Holanda?
Tienes posibilidades de ser campeona. Sería una liberación para nuestro país que consiguieran lo que nosotros no pudimos.
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