Pareció un partido del Europeo. Hubo tensión, intensidad, velocidad. Los de Scariolo han mejorado, las rotaciones funcionaron a la perfección (en Lituania habrá que disputar 11 partidos en 21 días si se llega a la final) y España dio sensación de autoridad durante todo el partido.

Navarro fue un jugador decisivo en este segundo choque ante Eslovenia. Estuvo acertado en los triples y cuajó un partido muy completo. El final del tercer cuarto fue trepidante. Los eslovenos dominaron este parcial, por una mezcla de desacierto en el tiro español (también dio la impresión de que con Calderón España perdía velocidad) y de contraataques veloces pero precisos de los de Maljkovic. Los eslovenos encadenaron un parcial de 10-0 y sólo un tiro de Pau en la última décima de segundo salvó una ventaja de cinco puntos (55-50).

El partido ganaba en seriedad y Pau comenzó a imponerse. El mayor de los Gasol fue decisivo en el parcial (que redondeó con un triple) de 11-0 que llevó a los de Scariolo a distanciarse con claridad en el luminoso (66-50) a seis minutos del final. Estuvo en la cancha 15 minutos y encestó 19 puntos.

Lo mejor fue la capacidad mostrada por España a la hora de resolver la situación planteada al final del tercer cuarto. Hubo voluntad, decisión y reacción. Lo más preocupante fue la ausencia de Ricky por un esguince y la contusión recibida en el antebrazo derecho por Rudy, que le obligó a abandonar el partido. España debe tener cuidado con las lesiones en los amistosos. El de ayer fue un choque intenso.