Este artículo se publicó hace 11 años.
España sella una goleada entre el tedio y la historia
Cuatro tantos de Torres, tres de Villa, dos de Silva y otro Mata contra Tahití en un choque adormilado. La Roja se apropia del marcador más abultado del torneo y de Maracaná
¿De verdad se merecía un estadio como Maracaná asistir a un partido como este? ¿De verdad pretende la FIFA conferir cierta enjundia a esta Copa Confederaciones con la participación de selecciones como la de Tahití? Son preguntas que no buscan herir la sensibilidad del país oceánico. Pero lo que tuvo que disputar este jueves la selección español es lo más alejado de un encuentro serio que se ha visto en mucho tiempo. Pocas o ninguna conclusión se puede sacar del 10-0 que le endosó la campeona del mundo a la selección 138, tan solo que pasará a la historia por ser la mayor goleada del torneo y en Maracaná hasta la fecha.
Eso sí, imágenes para el anecdotario dejó unas cuantas. Los jugadores de Tahití repartiendo medallas a los españoles antes del encuentro. Un tahitiano atando el cordón de la bota a su portero. Los 71.000 espectadores coreando los escasos pases de los oceánicos. Hasta Torres mandando un penalti al larguero. Un muestrario que puso color y gracia a un choque que jamás tuvo historia. No hubo forma, pese a la insistencia de Del Bosque, de que los españoles salieran con la tensión necesaria al césped del mítico estadio de Río de Janeiro. El sueño era jugar en él. A partir de ahí, el rival solo ofrecía la visión de un trámite que duraba 90 minutos. Porque ni siquiera batir el récord histórico del 13-0 a Bulgaria en 1993 se ofrecía como objetivo prioritario.
Los 'extranjeros' de España fueron los encargados de afrontar el partido. Diez cambios en el once, con siete de ellos militando en la Premier. Una alineación plagada de estrellas y de garantías. Y con Reina en la portería. La rotación continuará el domingo con Valdés ante Nigeria. Sin embargo, esta vez el del Liverpool se quitó los guantes sin sudarlos. El partido estaba al otro lado. En la puerta de Roche, que acabó recogiendo más balones de entre las redes de los que pudo atajar. El abismo entre uno y otro lo reflejó la estadística. España disparó 27 veces, Tahití una sola.
El público brasileño que llenó las gradas se puso del lado del más débil, a caballo entre la piedad con Tahití y el temor a España. El abucheo fue constante al inicio cuando la Roja tenía el balón en sus pies. Y los 'olés' se sucedían cuando la 'cenicienta' lograba hacerse por unos segundos con el esférico. Pese al voluntarismo de los de Etaeta, a los cuatro minutos su cerrojo ya estaba abierto. Torres marcaba el primero de sus cuatro. Su disparo raso al palo fue demasiado para Roche.
Sin abusarPor lo menos hay que agradecerles que no plagasen el área de futbolistas. Su idea siempre fue la de alejar la defensa de la portería, cerrar las líneas y salir con el balón jugado. Pero la calidad y el físico eran un contrapunto difícil de compensar. Con un 1-0 aguantaron hasta la media hora. España no tenía prisa ninguna en marcar goles. Ya llegarían. El partido era completamente lineal, tedioso. Digno de pachanga de pretemporada. Solo el pique de Villa y Torres por ampliar sus guarismos con la Roja ponía cierto morbo. Mientras, Azpilicueta y Silva se daban un festín por la banda. Y cada minuto que pasaba era una losa para los tahitianos. El calor de la media tarde brasileña y el esfuerzo de ir sin parar detrás del balón consumían sus energías.
Silva ponía el 2-0 en el 33 tras un pase de Villa a la espalda de los defensas. A partir de ahí se terminó cualquier atisbo de resistencia tahitiana. Dos minutos después, Torres hacía el segundo en su cuenta particular con sombrero a Roche incluído y el Guaje, que llevaba buscando el gol hasta con ansiedad, encontraba el premio tras un pase con escuadra de Silva en el 38. Al descanso ya se acudía con un 4-0 que podía haber sido mucho más amplio. Antes Tahití dispuso de su único disparo.
Y en la segunda parte, Tahití terminó por convertirse en un juguete en manos de los españoles, que aun así procuraron no humillar. Sergio Ramos, el único que repetía encuentro, dio paso a la velocidad de Jesús Navas, que metió una revolución más. Los goles fueron ampliando el saco. Primero Villa a pase de Monreal y después Torres desde Navas. El del Chelsea ya tenía el hat-trick. Y Villa se le unía después de recoger un regalo del portero Roche, al que se le escapó el balón debajo del sobaco. Era ya el séptimo. Mata hacía el octavo.
Aun así, el portero tahitiano no olvidaba la sonrisa. Celebró como si hubiera ganado el campeonato tanto una parada de falta como el penalti lanzado al larguero por Torres. Del Bosque decidió en el tramo final honrar al fútbol con la entrada de Iniesta. El español más brasileño pisaba Maracaná y sus gradas aplaudieron. Torres y Silva pusieron el 10-0 definitivo. España cumple, sella el billete a semifinales y entra en la historia con una goleada sonrojante. Tahití, feliz por haberse medido a la brújula del fútbol mundial.
España 10 - Tahití 0España: Reina; Azpilicueta, Sergio Ramos (Navas, m.46), Raúl Albiol, Monreal; Javi Martínez, Cazorla (Iniesta, m.76); Silva, Mata (Cesc, m.69), Villa; y Fernando Torres.
Tahití: Roche; Aitamai, Jonathan Tehau, Nicolas Vallar, Ludivion, Lemaire (Vero, m.74); Caroine, Bourebare, Vahirua, Alvin Tehau; y Chong Hue (Lorenzo Tehau, m.69).
Goles: 1-0, m.5: Torres. 2-0, m.31: Silva. 3-0, m.33: Torres. 4-0, m.39: Villa. 5-0, m.48: Villa. 6-0, m.57: Torres. 7-0, m.64: Villa. 8-0, m.66: Mata. 9-0, m.78: Torres. 10-0, m.89: Silva.
Árbitro: Djamel HAIMOUDI (ALG). Mostró cartulina amarilla a Cazorla (44) por España.
Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada del Grupo B, disputado en el estadio Maracaná ante la presencia de 71.000 espectadores.
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