Esperando un milagro

Es el partido del Mundial donde menos hay en juego. Por un lado, los coreanos ya tienen imposible el pase a octavos de final tras la derrota ante Brasil y los siete goles que les marcó Portugal.

Por otro, los marfileños cuentan con un punto al empatar sin goles ante los lusos y sus opciones se reducen a golear a Corea del Norte y esperar que Brasil haga lo propio con Portugal, que tiene cuatro puntos y una diferencia de goles de +9 con respecto a Costa de Marfil.

En el caso de que la canarinha gane a Portugal por un gol, los africanos tendrían que meter ocho a los asiáticos. Para ello, el seleccionador de Costa de Marfil sale con toda su artillería, encabezada por Drogba, autor del único gol de los africanos y todo un gran peligro para la defensa rival, a pesar de no estar completamente recuperado de una lesión. También vuelve a escoger a Dindane en lugar de a Gervinho, para sorpresa de muchos.

Corea del Norte no se lo pondrá fácil a Los Elefantes, ya que, a pesar de que les falta fútbol, les sobra voluntad y así lo demostraron en el partido ante Brasil en la primera jornada. Tras la goleada de Portugal, el seleccionador norcoreano confesó que "Nos queda un partido. Reforzaremos nuestras habilidades mentales y trabajaremos bien". Para ello, usará la misma defensa de cinco hombres dejando en punta al delantero Tae-se.

Si llega a producirse el milagro para Costa de Marfil, la jornada pasará a la historia de este Mundial. Pero, de ocurrir lo contrario, como sería lógico, se convertirá en el partido más insustancial de este campeonato.