Dos fallos consecutivos del base español Ricky Rubio en el tiempo reglamentario forzaron la prórroga y la victoria final por la mínima (84-83) de los Suns de Phoenix ante los Timberwolves de Minnesota.

El base español tuvo la posibilidad de haber sentenciado la victoria en el tiempo reglamentario de no haber fallado el primer tiro de personal de los dos que hizo cuando faltaban 25 segundos para concluir el partido y el marcador señalaba un parcial de 75-77. Luego llegaría la canasta del empate (77-77) que anotó el pívot polaco Marcin Gortat y Rubio, con tres segundos por jugarse, también falló el último tiro de los Timberwolves en el tiempo reglamentario. Ricky lanzó a canasta pero el tiro no alcanzó ni a tocar el aro.

Tampoco tuvo suerte en la prórroga el base novato ruso Alexey Shved, que falló una penetración a canasta que pudo suponerle el triunfo a los Timberwolves cuando faltaban tres segundos para que concluyese el tiempo extra.

Rubio volvió a erigirse en el máximo asistente del choque (10), pero volvió a mostrarse errático de cara al aro (5 puntos, con 2/10 en tiros de campo) en unos Timberwolves liderados por Derrick Williams (21 puntos y 12 rebotes) y Nikola Pekovic (18 puntos, 12 rebotes). Aparte de la derrota, la otra mala noticia fue la lesión de Andrei Kirilenko, que solo aguantó diez minutos en la cancha por un problema muscular en su pierna izquierda.

Minnesota, que iba perdiendo por 14 puntos al descanso, logró reaccionar en la segunda parte ante unos Suns muy corales, con seis jugadores en dobles dígitos de anotación. Sin embargo, en la prórroga surgió la buena dirección de Goran Dragic (10 puntos y 7 asistencias) y la potencia de Gortat (14 puntos, 7 rebotes) para remachar al equipo visitante.

La derrota fue la octava de los Timberwolves (20-34) en los últimos 11 partidos que han disputado, lo que les mantienen como colistas de la División Noroeste.