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Federer deja el número 1 a tiro

Nadal volverá a liderar el ranking ATP si gana el domingo

GONZALO CABEZA

29 de mayo de 2004, París. El número uno, Roger Federer, pierde en la pista central de Roland Garros contra el tres veces campeón Kuerten. Una derrota en tercera ronda que sólo sorprendía relativamente. El suizo había ganado en Wimbledon y Australia, pero la leyenda aún estaba en sus primeros estadios. Lo que los allí presentes no sabían es que en los siguientes seis años no se iba a dar una sola eliminación de Federer antes de semifinales en un Grand Slam. Un total de 23 grandes consecutivos llegando, al menos, a la penúltima ronda. Desde entonces, 14 victorias, seis finales y tres semifinales. Nunca menos. Algo único en el tenis, como casi todo en el suizo.

Ayer se repitió la anomalía. El partido, de cuartos de final, se anunciaba en los carteles como día grande, aunque pocos daban opciones al rival, Soderling. El sueco está en un momento de forma sensacional, se ha quitado el caparazón y no duda. El pasado año ya hizo la gran machada, un partido histórico en el que eliminó a Nadal de Roland Garros. El primero en conseguirlo y, de momento, el último. Después de aquella gesta Soderling alcanzó la final, pero allí poco pudo hacer contra Federer. La victoria no fue casualidad: antes del partido de ayer, los dos jugadores se habían encontrado 12 veces en partido oficial. En todas ella había ganado la leyenda.

Pero las tornas cambiaron (lo mismo le pasó a Davydenko, que también consiguió ganar a Federer después de 12 derrotas seguidas). El número uno se hizo con el primer set, pero esta vez le cerraron las puertas de la gloria. El sueco jugó a su mejor nivel y desquició a Federer. Ni los parones por la lluvia pudieron poner de los nervios al de Tibro, que ahora siempre parece confiado en sus posibilidades. Ganó Soderling por 3-6, 6-3, 7-5 y 6-4. El público de la Philippe Chatrier pitó al sueco cada vez que este obligó a bajar al juez de silla españolEnric Molina a comprobar una marca en la tierra, y al final del encuentro el tenista escandinavo comentó que él juega para sí mismo, 'no para el público'.

La victoria de Soderling es, además, un empujón que podría catapultar a su víctima del año pasado, Nadal, al número uno. El lunes, tras su victoria ante Bellucci, el español calificaba la opción de 'carambola', ya que Federer tenía que caer antes de semifinales y él, ganar el torneo. La primera piedra está puesta. Ahora, todo depende de él para volver a la azotea del tenis mundial.

El primer paso en la escalada de Nadal tiene lugar hoy. Se enfrenta a un peligrosísimo rival: Almagro. El murciano ha sido el único que ha inquietado a Rafa en la temporada de tierra en Madrid y hoy quiere reivindicarse de nuevo. Será difícil. El balear, un depredador con raqueta, conoce sus mejores oportunidades y no suele fallar cuando identifica una de ellas.

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