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Fernando Alonso se agarra a la lluvia y a un milagro para ganar el Mundial

El asturiano necesita una serie de cábalas que incluyen ganar y que Vettel no supere la quinta posición en Interlagos. Se espera un diluvio el domingo

EDUARDO ORTEGA

Lo tiene todo en contra, pero Fernando Alonso lo va a intentar. Como siempre, por él no va a quedar. Tiene un coche inferior y que no puede competir con Red Bull en situaciones normales y 13 puntos de desventaja frente a Vettel a falta de una sóla carrera.

Interlagos (Brasil) vuelve a decidir un año más el Mundial de Fórmula 1. Un escenario que le trae buenos recuerdos al asturiano -allí fue donde ganó sus dos títulos en 2005 y 2006-, pero donde en realidad nunca ha ganado un Gran Premio, una premisa que se torna fundamental para el español este fin de semana.

La carrera se prevé con todos los tintes del drama. Lluvia intensa, un Vettel defendiéndose como gato panza arriba, Alonso buscando el milagro, la despedida de Schumacher y, por si fuera poco, Hamilton entre medias en su lucha personal de irse de McLaren con buen sabor de boca. 

La calificación de este sábado, donde Red Bull le saca un mundo a Ferrari, será el primer 'round'. Al español le vendría muy bien un diluvio, un escenario en el que se mueve como pez en el agua. Y, de hecho, las previsiones apuntan a lluvia el domingo sobre el Autódromo José Carlos Pace, lo que podría contrarrestar la falta de competitividad del Ferrari del asturiano frente al bólido de Vettel.

Aunque los coches de Red Bull han dado ciertos malos síntomas en las últimas carreras, como muestra el abandono de Webber en Texas, Alonso no debería poner muchas esperanzas en ello.

Alonso: 'Sabemos que necesitamos que se dé una combinación un poco extraña'

Esa lluvia es ese 'algo' a lo que se refería este jueves el piloto español como uno de los factores que necesita para hacer posible la remontada. No obstante, sabedor de la dificultad, Alonso, prudente, asumió que 'sabemos que necesitamos que se dé una combinación un poco extraña'.

En efecto, el piloto de Ferrari necesita una carámbola, casi un milagro. Para empezar, necesita por encima de todo hacer lo que nunca ha hecho en Brasil: ganar la carrera. Pero en ese caso, para ganar el Mundial, también precisa que Vettel no quede por encima del quinto lugar, una circunstancia que sólo se ha dado seis veces esta temporada. 

Esa es la principal cábala, el resto es ya casi hablar de imposibles. Si el asturiano queda segundo necesitaría que el alemán no mejorase la octava plaza; y si es tercero precisaría que el piloto de Red Bull no superara el décimo puesto en la clasificación. Algo que sería un desastre para el pequeño Kaiser y su escudería.

'El secreto es tomarse esta carrera como cualquier otra. Sabemos que estamos en una buena posición, pero igualmente tenemos que atacar. Nos concentraremos en lo nuestro porque lo demás no está en nuestra mano', afirmaba ayer el alemán.

Si Alonso acaba logrando el título, sería la mayor remontada de las últimas décadas en la carrera final, a excepción de 2010. Entonces, Vettel se coló en la pelea entre el asturiano y Webber y remontó en Abu Dhabi una desventaja de 15 puntos para ganar el Mundial contra todo pronóstico. Algo muy excepcional a lo que el asturiano se tiene que agarrar como ejemplo. El piloto español tiene la oportunidad este fin de semana de devolverle aquella hazaña al teutón y coronarse como el tricampeón más joven de la historia de la Fórmula 1. Si no lo es él, lo será Vettel. Alonso espera que Interlagos le vuelva a saber a triunfo, seis años después.

Para que Fernando Alonso gane el Mundial se tienen que dar los siguientes supuestos:

1. Quedar primero y que Vettel no supere la quinta plaza.

2. Acabar segundo y que Vettel no acabe por encima del octavo puesto.

3. Finalizar tercero y que Vettel no quede por encima de la décima posición.

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