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Ferrari mancha un doblete incontestable

Massa deja ganar a Alonso tras una orden del equipo. Los comisarios multan a la 'Scuderia' con 77.300 euros. El español le recorta 13 puntos a Hamilton

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

Vuelta 48: 'Fernando es más rápido que tú, ¿puedes confirmar que has entendido el mensaje?'. La pregunta, emitida al mundo a través de la radio del coche de Massa, abofeteó al brasileño e hizo enmudecer al circo de la F1, habituado a mentiras y zancadillas y, precisamente por ello, vulnerable ante tamaña exhibición de sinceridad.

Massa, que lideraba la carrera desde el inicio, no respondió. Cruzó la meta, encaró el giro 49 (de 67) y en la curva número seis levantó descaradamente el pie del acelerador y dejó pasar por la derecha a su compañero, segundo desde la salida. Alonso ganó y se reengancha a la pugna por el título, pero Ferrari desnudó una vez más sus miserias ante el universo feroz de la F1.

Amén de sus carencias técnicas mérito en gran parte del excelente trabajo de Red Bull y de McLaren, la semilla de los problemas la ha sembrado la propia Scuderia en su empeño por mantener con sus dos pilotos una neutralidad impostada e injustificable. No se sostiene que fiches a bombo, platillo y millones a un bicampeón mundial para que resucite tu gloria y, a la vez, alimentes la bestia de la competitividad en el que debería ser su comprometido escudero.

El ingeniero de Massa le pidió perdón al brasileño por la radio

Sólo la impotencia nacida de tal indefinición puede justificar la incompetente puerilidad exhibida ayer por unos y otros. El primero, Alonso, que también por la radio clamó contra la agresividad del brasileño. '¡Esto es ridículo!', se quejó cuando, en la vuelta 19, adelantó a Massa, éste le devolvió la jugada y los dos bólidos rojos estuvieron a punto de colisionar.

En la enésima incoherencia de la FIA, las órdenes de equipo están prohibidas en el Mundial de rallies, por ejemplo, sí se permiten y las escuderías juegan descaradamente con sus pilotos, pero todos saben que existen. Lo único que se pide para mirar hacia otro lado es un mínimo de discreción. Nadie se explica cómo Rob Smedley, ingeniero de pista de Massa, fue tan explícito en su sugerencia y, además, una vez perpetrada la jugada, abrió de nuevo la radio para vocear: 'Bien hecho, lo siento'.

Y por si alguno de los rivales, y de los millones de espectadores que siguen en directo por televisión cada gran premio, no se había enterado, cuando el brasileño cruzó segundo bajo la bandera a cuadros el lince Smedley despidió su apoteósica transmisión con otra perla. 'Buen chico, eres magnánimo'. Finalmente, los comisarios castigaron el descaro italiano con 77.300 euros de multa y remitirán el caso al próximo Consejo Mundial de la FIA. Ferrari no apelará.

La descarada maniobra no tapa la notable mejoría de los coches rojos

La ambición de Massa y la torpeza del equipo enterraron el espectacular resultado deportivo de la prueba para Ferrari. En el momento crucial del curso, la marca italiana parece haber dado con la tecla. El F10 se ha puesto a la altura de los Red Bull, excelsos los sábados pero fallones los domingos.

Un día más, la pole de Vettel sólo sirvió para engordar sus estadísticas. En la salida, Alonso, segundo, le merendó la ventaja inicial, el alemán se enceló en bloquear el empuje del asturiano y la pugna entre ambos fue aprovechada por Massa, tercero en la parrilla, para ponerse en cabeza. A partir de ahí, los dos Ferrari exhibieron un ritmo insuperable y Alonso fue el más rápido cuando quiso y hasta que pudo. Respetó el liderato de su compañero hasta que vislumbró la ocasión de adelantarle con naturalidad, pero el riesgo de colisión entre los dos Ferrari desató la tensión y la posterior polémica.

Por detrás, en McLaren lo tienen claro desde el principio y, de momento, parecen más listos. Volvieron a utilizar el viejo truco del 'ahorra combustible' para pedirle a Button que no achuchara a Hamilton. El líder del Mundial acabó cuarto, pero el equipo inglés parece haber descendido un peldaño. De la Rosa sigue gafado. A diez vueltas del final fue golpeado por Kovalainen y bajó de la octava a la 14ª posición. Alguersuari se tocó con su compañero Buemi poco después de salir y finalizó 15º.

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