Ferrer deja escapar a Baghdatis

Fernando Verdasco se entrenó ante el ucraniano Ivan Sergeyev, mientras que Nicolás Almagro tuvo que poner todo para derrotar al alemán Bejamin Becker y lograr los dieciseisavos de final del Abierto de Australia, una instancia que dejó escapar David Ferrer ante el chipriota Marcos Baghdatis.

Cuando la diferencia de nivel es tan evidente como la que Verdasco mostró ante Sergeyev, 209 del mundo y de la fase previa, todo resulta sencillo, y eso lo aprovechó hoy el madrileño semifinalista el pasado año, para vencer por 6-1, 6-2 y 6-2 en 109 minutos.

Verdasco apenas sudó para imponerse al ucraniano que este miércoles cumplió 20 años, y que no pudo festejar su onomástica con una victoria de empaque, en su primer partido contra un jugador situado entre los diez primeros.

Toda la placidez que disfrutó Verdasco se tornó en incertidumbre en el partido entre Almagro y el germano Becker, de 28 años, y 38 del mundo. El murciano llevaba dominados los dos primeros sets de forma impecable, cuando su rival se marchó al baño en el comienzo del tercero y en su regreso exhibió un juego diferente, agresivo y sobre todo acertado.

Almagro cedió los dos siguientes pero su constancia le llevó a romper en el quinto juego del último parcial y ganar por 6-4, 6-2, 3-6, 4-6 y 6-3, su segunda victoria consecutiva en cinco sets, que le permite enfrentarse ahora con el colombiano Alejandro Falla.

El jugador de Cali, entrenado por el español Marcos Gorriz, se colocó por primera vez en los dieciseisavos al derrotar a Marcel Granollers, por 6-4, 6-1 y 6-3. El barcelonés, que tan formidable partido realizó ante el sueco Robin Soderling, chocó con un Falla "impecable" como él mismo se definió, que con sus restos le robó el servicio en ocho ocasiones.

Dos partidos más a cinco sets tuvieron a españoles como protagonistas. Albert Montañés, 31 favorito, se impuso al francés Stephane Robert por 4-6, 6-7 (3), 6-2, 6-3 y 6-2, en un partido que el jugador de San Carles de la Rápita calificó de "drama" porque tuvo varias bolas de set en el segundo set, y calambres en los tres últimos.

Pero Montañés, que viene de ser semifinalista en Auckland, obtuvo su premio, y está ahora por primera vez en la tercera ronda de Melbourne Park, donde se dará el gusto de medirse con el suizo Roger Federer, con quien ha perdido en las dos ocasiones en las que se ha enfrentado, en Montecarlo 2005 y Roland Garros 2008.

David Ferrer luchó también hasta el quinto pero sin suerte. El chipriota Marcos Baghdatis, finalista en 2006 y reciente ganador del torneo de Sydney, derrotó al de Javea por 4-6, 3-6, 7-6 (4), 6-3 y 6-1.

"No he sabido matarlo cuando lo tuve", dijo Ferrer muy dolido por haber dejado escapar un partido con dos sets ganados y 4-3 y servicio en el tercero. El chipriota acabó con calambres en el último parcial y llevando a sus seguidores a la locura con sus gestos patrióticos envolviéndose en una bandera de su país.

Ferrer, cuarto finalista en 2008, explicó que en el quinto set volvió a tener buenas sensaciones, "pero él hizo un gran tenis y sacó mejor que yo", añadió, "jugó a un grandísimo nivel, tuvo pequeños problemas de calambres, pero con 5-1 tenía ya mucho margen, sacó bien, jugó suelto y ya no pude hacer nada", dijo Ferrer que restó importancia al efecto del público y la presión que sometía su rival.

En el cuadro femenino, la canaria Carla Suárez sumó su segunda victoria al derrotar a la alemana Andrea Petkovic, 29 del mundo, por 6-1 y 6-4, y se mantiene como la única española que queda en el cuadro de las cuatro que comenzaron.