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Forlán ni pide perdón ni se arrepiente

El uruguayo justifica sus insultos a la afición del Atlético

L.J. MOÑINO

Forlán no pide perdón. Este viernes no se arrepintió del soez e irrespetuoso: 'Sí, ahora qué, chupádmela', con el que el jueves obsequió a la afición del Atlético tras marcarle un gol al Athletic. Tampoco renegó de la posterior ofensa cuando al término del partido, en declaraciones a La Sexta, tachó a la afición rojiblanca de desmemoriada y de ingratitud hacia él. Un día después, ya en frío, Forlán se escudó en una 'calentura' para justificar su grave acto, pero alardeó de su nuevo menosprecio a los aficionados rojiblancos y al escudo.

'Sí, dije eso, y qué... Estaba caliente. Las declaraciones las hice porque creí que el trato que me daban no era justo. La gente tiene derecho a decir lo que quiera, pero yo también lo tengo a contestar. Siempre fui respetuoso y siento si alguien se molestó, pero fue una reacción porque estaba muy cansado a nivel personal y es así', afirmó Forlán durante un acto publicitario de una marca de cerveza al que acudió junto a Casillas. Forlán dice sentirse maltratado por una afición que ha convertido el cántico de 'uruguayo, uruguayo' en un ritual de respeto y veneración hacia su figura.

Pero según el charrúa, los atléticos no le 'valoran' y 'no tienen memoria'. Este viernes, en el inicio de su intervención, él mismo también simuló tener poca memoria como estrategia para enterrar el agravio. 'No sé lo que dije, no me acuerdo. Fue un momento de calentura y por mi parte está olvidado. Sólo estoy preocupado por el partido que viene y por seguir haciendo lo que más me gusta: jugar al fútbol. En el momento en que sucedió me sentía mal y así es', respondió cuando le preguntaron si se arrepentía de sus ofensivas palabras hacia los atléticos.

Cuando le recordaron los insultos se mantuvo en sus trece y abundó en el tema para justificarse: 'El año pasado sucedió lo mismo con otros compañeros y siempre salí a defenderlos. Ahora me toca dar la cara a mí. No estaba cómodo con la afición, con la manera en la que me estaban tratando. Además, son las revoluciones propias de cada partido, pero el tema ya venía de atrás'.

A Forlán le molesta que el aficionado atlético cuestione su bajo rendimiento esta temporada tras haber tenido que escuchar de su boca que le halagaba el interés del Real Madrid por contratarle o que el Atlético no es un equipo grande. El jueves fue un paso más allá al faltarle al respeto a una afición que lo ha idolatrado en su gran mayoría. Y el club, como siempre, mira para otro lado. 'Lo único que sé es que el jueves ganamos 2-0. No me interesa nada lo que dijo Forlán, sólo estoy centrado en el derbi con el Madrid', afirma Enrique Cerezo, presidente.

Casillas también tuvo que dar explicaciones por cuestionar la deportividad de Parejo en el primer gol del Getafe, consecuencia de una mala salida suya fuera del área que trató de disfrazar simulando una falta. Casillas se negó a darle la mano a Parejo cuando este fue a explicarle por qué había rematado. Este viernes, como Forlán, también se justificó en la tensión, aunque disculpó a su ex compañero: 'No tiene culpa de nada, es una jugada de choque, fuerte. La norma está clara, si el arbitro no pita, ningún jugador está obligado a parar. Pero te calientas y subes un poco más de tono'.

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