Francia es Benzema

Hay ansiedad por ver en la tricolor a Karim Benzena (Lyon, 1987), el delantero centro francés. En la última década no ha salido un futbolista así en Francia. Benzema apunta recursos infinitos en compañía y en la soledad. Hay materia prima en un futbolista que por su estatura (1,88 cm) podría ser un tronco. Resulta, sin embargo, admirable el talento con el que se maneja. Desaparecido Zidane, el país necesita a alguien así entorno al que agrupar fuerzas. “Nunca he visto un jugador tan joven con tantas cualidades”, dice su compañero Govou.

La era Benzema empieza hoy con un socio de categoría: Frank Ribéry. En medio queda Henry del que sospecha casi todo el país. La crítica prefiere a Anelka. Pero eso es cosa de Domenech, que oposita con la misma defensa que le dio la plata en el último Mundial: Sagnol, Gallas, Thuram y Abidal. La duda es Vieira, la voz de la conciencia del técnico. Si no se recupera saldrá Mathieu Flamini, un hombre que ha crecido en el Arsenal de Wenger. Dato que es garantía de currículum.

El rival es Rumania, el cielo no puede esperar. Saldrá a por la pelota, nada de esperar atrás a que pase el susto. Hace 14 años, desde las semifinales del Mundial de EEUU’94, que Rumania no escribe algo grande en una competición internacional. “No hay que esperar más”, dice Adrian Mutu, el heredero eterno de Hagi.