Público
Público

Fútbol sin aditivos

Futbolistas y árbitros españoles, a favor de usar la tecnología del ojo de halcón sólo para los goles fantasma y no para otras jugadas, para "no ralentizar el juego". La Liga española es la única de las grandes de Europa que no usa este sistema

Momento del gol fantasma del partido entre Sporting y Real Madrid.

MADRID.- Minuto 35 en El Molinón. Primera jornada de Liga entre Sporting y Real Madrid. Sanabria remata de cabeza en el área tras un centro desde la derecha y su testarazo da en el larguero. El balón sale repelido con fuerza y bota cerca de la línea de meta. Pero, ¿dentro o fuera? La grada del estadio de los asturianos canta primero gol y luego grita contra el árbitro por su decisión de no dar el gol. Los blancos, por su parte, reclaman un penalti no pitado sobre Cristiano Ronaldo unos instantes después.

Ronda la media hora en el Athletic-Barcelona de la primera jornada y Luis Suárez enfila veloz el área tras un error defensivo de los de Valverde. El uruguayo trata de recortar a Elustondo y cae al área. Parece penalti claro pese a las reclamaciones de San Mamés. Las repeticiones de televisión, sin embargo, muestran que el defensa roba el balón limpiamente al delantero. Una jornada después los azulgranas protestan una pena máxima que parece evidente por una mano de Miguel Torres.

Situaciones que se viven a menudo en la Liga española, sobre todo las dudas con los penaltis. Dos jornadas se cuentan ya y la polémica y el debate sobre el uso de tecnología para evitar estos problemas están servidos. Tras su estreno en la Premier League hace un par de años, la competición española es la única de las grandes de Europa que aún no la ha implementado. La Serie A italiana, la Bundesliga alemana y la Ligue 1 francesa también se han sumado esta campaña. La tecnología que utilizan es el ojo de halcón, que funciona con siete cámaras que forman una imagen tridimensional. Es capaz de determinar al 99,9% si el balón ha cruzado o no la línea de gol y advierte al árbitro en aproximadamente un segundo.

La FIFA lo estrenó en el pasado Mundial de Brasil, mientras que la UEFA parece más partidaria de seguir con los jueces asistentes en las competiciones europeas que de esta tecnología. De la misma manera que Villar, lo que quizás explicaría que en España aún no se cuente con este sistema. La LFP, por su parte, se mostraba optimista en abril de 2013 y se daba “dos o tres años” para implantarlo. Eso era con la anterior Junta, unos días antes de que Tebas ganara las elecciones. Público ha intentado sin éxito recabar la postura de la Federación Española de Fútbol y de la LFP.

Quienes lo tienen muy claro son los protagonistas. Tanto los futbolistas como los árbitros, que son quienes verdaderamente viven con esto cada semana, cada jornada, se muestran partidarios de utilizar el ojo de halcón para los goles fantasma. “Si podemos conseguir que haya más limpieza y transparencia en el fútbol y además se ayuda al colectivo arbitral, bienvenida sea. Es muy útil en aquellos partidos que se pueden decidir por esa jugada en concreto”, considera Jesús Alberto Díaz Peramos, secretario general de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

“La opinión casi unánime es a favor de usar la tecnología de gol. Todo lo que vaya a favor del fútbol, adelante”, defiende, por su parte, José Ángel Jiménez, vocal de la Junta Directiva del Comité Técnico de Árbitros, que depende de la Federación. Advierte, eso sí, que “este tipo de jugadas fantasma se dan muy poco en toda la temporada; lo que pasa es que son muy llamativas”.

Sólo para los goles fantasma

Matiza, asimismo, que la opinión de los árbitros es que la tecnología no pase de la línea de meta. Es decir, que no se use para otras jugadas polémicas del partido, como penaltis o fueras de juego. “El nivel de los asistentes y de los árbitros es bueno. Sería demencial y totalmente nocivo porque iría también en detrimento del espectador si se para todo el rato el juego varios minutos para debatir las jugadas”, afirma Jiménez, que fue colegiado de Primera entre 1986 y 1991.

La misma observación hace el dirigente de la AFE, haciendo hincapié en los mismos argumentos: “Aquí en España los árbitros cometen errores, pero hay un nivel de acierto muy alto. Creo que son muy pocas las jugadas dudosas de fuera de juego o penalti cada jornada para que todo se tenga que parar y analizar. No se trata de ralentizar el partido y que se haga eterno. No sería bueno para el que está en el estadio o para el que lo ve por la tele”. Agrega, además, una reciente encuesta de FIFPro que dice que el 90% de los futbolistas está de acuerdo en usar el ojo de halcón para los goles fantasma, pero no para todas las jugadas dudosas del partido. “Hay disparidad de opiniones en las conversaciones informales que hemos mantenido con jugadores de la Liga”, añade.

¿Quién lo paga?

¿Por qué entonces aún no se ha implementado en nuestro país? Para empezar porque, según Díaz, tanto Liga como Federación apenas han debatido sobre el tema. “En estos últimos cinco años, prácticamente no han debatido sobre si implementar o no el sistema. No es algo que esté sobre la mesa ahora mismo. Quizás la Liga ahora tiene otras prioridades, como la seguridad y el control de acceso a los estadios”.

“Pero, ¿quién corre con el coste”, se pregunta Jiménez. Esa es otra discusión. El precio que se estima para cada equipo rondaría los 150.000 euros, una cantidad que quizás no esté al alcance de todos los clubes. El secretario general de la AFE, por su parte, cree que “quizás sólo lo podrían afrontar los de Primera y Segunda. ¿Y qué haríamos con el resto? Somos partidarios de que haya igualdad. La Liga debería determinar cómo se paga en Primera y Segunda, pero la Segunda B y la Tercera son competencias de la Federación”.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?