Este artículo se publicó hace 13 años.
Garde, la primera piedra de Wenger
El técnico del Lyon fue uno de los primeros fichajes del gran Arsenal
Antes de aterrizar en el Arsenal en 1996, Wenger ya había aconsejado desde Japón el fichaje de un mediocentro defensivo con buen manejo del balón que jugaba en el Estrasburgo. Remy Garde se presentó en el entrañable Highbury el mismo día que Vieira, formaba parte de la primera piedra que Wenger puso para acabar con el famoso "¡Boring, boring Arsenal" con el que las hinchadas rivales se mofaban del aburrido juego que caracterizaba a los gunners hasta la llegada de Wenger.
Garde se fue tres años más tarde con una Premier y una Copa en su palmarés, y una influencia futbolística que no dudó en reconocer ayer: "Me identifico con Wenger. He podido trabajar con él durante años de mi carrera. Con el tiempo, uno se hace más observador desde el punto de vista humano y en lo futbolístico es alguien que me ha marcado por sus conocimientos".
Garde se ha hecho con la dirección técnica del Lyon como parte del plan de reajuste económico que su presidente Aulàs ha dispuesto. Estaba en el club como director del centro técnico, y antes había sido ayudante de Leguen y Houllier, dos de los técnicos con los que el Lyon estableció su hegemonía en Francia con siete títulos de Liga consecutivos.
Tras los grandes desembolsos realizados durante los últimos años (Lisandro, Gomis, Gourcouff) y el fiasco de Puel, Aulàs pretendía un entrenador que mirara hacia el centro de formación del Lyon como parte de un proyecto de futuro.
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