Giacinto Fachetti (18 temporadas), José Ángel Iríbar (18), Seep Maier (15), o más recientemente Paolo Maldini (24), Ryan Giggs (24), Franco Baresi (20), Tony Adams (19) o Manolo Sanchís (18). Son algunos ejemplos (hay cientos) de ‘rara avis’, de una especie de futbolista en peligro de extinción. Aquello de comenzar y culminar la carrera profesional en un mismo club ya no está de moda, simplemente no se lleva. El mercadeo de jugadores y los innumerables intereses que de un tiempo a esta parte mueven el fútbol, hasta el punto de convertirlo en negocio puro y duro, hacen que lo que los ingleses denominan 'One Club Man' (hombre de un solo club) esté pasando a mejor vida.

El Liverpool y la Roma llevan disfrutando de Gerrard y Totti 17 y 22 temporadas, respectivamente

Afortunadamente, para los todavía románticos de esto del balompié, y no hablo de gente mayor, aún queda algún oasis en el desierto. Los que añoran ese fútbol en el que tan sólo se hablaba del juego y de los jugadores, los que sintonizaban Estudio Estadio para ver única y exclusivamente los resúmenes de los partidos o los que se pegaban al transistor para saber cómo le iba a su equipo todavía tienen algún clavo al que agarrarse. La esencia del fútbol de antaño aún vive gracias a determinados futbolistas. Gerrard y Totti son claros ejemplos de ello. Se trata de los futbolistas de elite en activo que más temporadas llevan en un mismo club. Liverpool y Roma llevan disfrutándoles durante 17 y 22 temporadas, respectivamente.

Estos dos estandartes, símbolos de sus clubes y de sus países, han resistido repetidas veces a la fascinación del dinero, quizá a una mayor dimensión mediática e incluso profesional, pero han decidido ser fieles a unos colores. Fidelidad, qué palabra tan extraña en la sociedad actual, ¿verdad? Steven, Francesco; Francesco, Steven. Tanto monta, monta tanto. Ninguno ha sucumbido a los cantos de sirena y a las numerosas tentaciones que les han llegado desde el exterior. Real Madrid, FC Barcelona, Manchester United, Chelsea, Bayern… Todos han intentado por activa y por pasiva hacerse con los servicios de alguno de ellos, pero la respuesta siempre ha sido la misma: una rotunda negativa.

La misma ciudad que les vio nacer también ha visto cómo se les ha encumbrado a la categoría de ídolos

Los hay que puedan pensar que se han equivocado. Que Gerrard podía haber ganado esa Premier que no tiene o que Totti pudo coronarse como campeón continental. No ha sido así. Ellos tendrán que ser los que confirmen algún día si se arrepienten o no de las decisiones tomadas. De lo que no hay ninguna duda es que han sido profetas en su tierra. La misma ciudad que les vio nacer también ha visto cómo se les ha encumbrado a la categoría de ídolos, casi dioses, admirados por una afición que se arrodilla a su paso. ¿Se paga eso con dinero o con títulos? Nadie lo sabe.

A sus 34 años, ‘Stevie’ ha tomado la decisión de abandonar Anfield este próximo verano rumbo a una liga menor como la MLS de Estados Unidos, aunque ya se maneja la posibilidad de regresar a Liverpool como cedido en 2016, cuando descanse la competición americana. Mientras, ‘Il Capitano’, a sus 38, tiene contrato hasta 2016, año en el que colgará las botas y pasará a la directiva romanista. Ninguno tenemos la potestad para afirmar si estos dos excepcionales futbolistas son el modelo a seguir o el espejo donde los jóvenes deben mirarse. Cada uno toma las decisiones que cree más convenientes en su vida, ya sea por razones profesionales, económicas o personales. Ahora bien, de lo que no hay duda es que, con ellos fuera del firmamento futbolístico, comenzará a diluirse esa identificación, ese mayor apego y cariño entre grada y jugador.

¿Hay relevo?

Demasiadas piedras en el camino como para que un profesional del fútbol se mantenga firme en sus convicciones personales y sentimentales

Parece difícil que exista un recambio generacional dadas las actuales reglas del juego. Agentes, fondos de inversión, entornos interesados… Demasiadas piedras en el camino como para que un profesional del fútbol se mantenga firme en sus convicciones personales y sentimentales. Los nuevos Gerrard y Totti no abundan y apenas contamos media docena de futbolistas entre los clubes más grandes del mundo en similares características. Así, Xavi (16 temporadas), Casillas (15), Fletcher (13), Iniesta (12) o Schweinsteiger (12) son los más veteranos en estas lides. Ellos enarbolan la bandera y el sentimiento de Barça, Madrid, Manchester o Bayern.

Tipos peculiares, tan enraizados en sus clubes que les costaría y nos costaría verles con otra camiseta. No corren buenos tiempos para la lírica en esto del fútbol, pero no hay duda de que siempre quedarán algunos que nos sigan haciendo creer en la quintaesencia de este deporte. Acostumbrados a tantas idas y venidas de jugadores, a veranos e inviernos de locura con cada mercado de fichajes, se agradece que siga habiendo herederos de los Mazzola, Paisley, Augenthaler, Camacho, Bergomi y compañía. Nombres que quedarán en los anales de la historia por ser tan buenos jugadores como fieles a sus ideas y sus colores. Este año se irá Gerrard, al que viene lo hará Totti. Ellos tienden la mano para que otros cojan el testigo.