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Hacienda intensifica su investigación al fútbol español

A las investigaciones abiertas a los futbolistas por los derechos de imagen, y que ahora tienen en su punto de mira a Real Madrid y Atlético, se suman también las comisiones que se abonan a los representantes por los traspasos 

Leo Messi.- REUTERS

RAMÓN FUENTES

MADRID.- La investigación emprendida por la Agencia Tributaria en el fútbol español continúa. En los últimos años, el Estado había encontrado un resquicio o interpretación legal en los derechos de imagen de los jugadores que le ha permitido investigar a destajo a buena parte de los grandes jugadores que militan o han militado estos últimos años en la competición española. Pero, desde hace un tiempo, además de los derechos de imagen, Hacienda ha emprendido otra cruzada, esta vez por los emolumentos que perciben los representantes en sus operaciones. Y aquí no sólo están investigando a los jugadores, sino que también están bajo la atenta mirada del fisco español los grandes clubes de nuestro fútbol. Y las consecuencias a corto plazo pueden ser muy graves para nuestra liga.

Arranquemos desde el controvertido asunto de los derechos de imagen. De un tiempo a esta parte, se ha convertido en costumbre ver a algunos futbolistas que militan o han militado en el fútbol español dentro de la lista de morosos de Hacienda. Sin duda, el caso más conocido y que le ha llevado incluso a tener que sentarse delante de un juez es el del azulgrana Leo Messi. Hasta el punto de que el pasado mes de julio tanto el jugador como su padre fueron condenados a 21 meses de cárcel por fraude fiscal a la Hacienda Pública. El fraude fue cometido entre los años 2007 y 2009 y ascendió a un total de 4,1 millones de euros en concepto de IRPF que no habrían sido abonados debido a un supuesto entramado de sociedades en paraísos fiscales.

Pero el argentino no es el único jugador azulgrana perseguido por el fisco. Su compatriota Javier Mascherano llegaba hace menos de un año a un acuerdo con la Agencia Tributaria para el pago de 815.000 euros de multa y una pena de un año de cárcel como consecuencia de haber defraudado al fisco 1,5 millones de euros en los años 2011 y 2012. El supuesto fraude se habría debido al no declarar rentas obtenidas por una marca deportiva a través de una sociedad domiciliada en Miami y simular la cesión de sus derechos de imagen a una entidad fantasma radicada en Madeira (Portugal).

El último ejemplo tiene que ver con Daniel Alves, actualmente jugador de la Juventus de Turín. El pasado mes de julio la propia Agencia Tributaria publicaba una lista de morosos donde el exazulgrana aparecía como uno de los deportistas perseguidos por Hacienda por una supuesta deuda de 1,3 millones de euros. Piqué, Xavi Hernández, Xabi Alonso, Iker Casillas o David Villa son otros de los jugadores investigados por Hacienda.

Nueva interpretación de la norma por parte de la Agencia Tributaria

La pregunta que surge es: ¿por qué ahora y no antes? ¿Qué pretende la Agencia Tributaria con esta inspección masiva al fútbol español? Podríamos decir que ambas cuestiones van claramente relacionadas y que pasa por que Hacienda ha decidido dar una nueva interpretación a una norma existente desde hace 20 años que le permite pescar y poder reclamar grandes cantidades de dinero a los jugadores de fútbol. Desde dentro del fútbol se interpreta como un claro afán recaudatorio por parte de Hacienda, que se ha dado cuenta de que puede obtener del deporte rey enorme cantidades de dinero.

Todo radica en la Ley de 30 de diciembre de 1996 de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden Fiscal. Hasta ahora dicha ley permitía al club pagar un 15% del salario del futbolista a través de una sociedad a la que el jugador cedía la explotación de sus derechos de imagen, abonando el 85% en su correspondiente nómina. En términos fiscales, suponía que los jugadores podían tributar ese 15% a un tipo impositivo del 30%, tal y como establece el Impuesto de Sociedades en nuestro país, declarando el 85% al tipo de IRPF que le corresponda en función de sus ingresos anuales.

Todo cambia cuando hace unos años la Agencia Tributaria, apoyada en el Régimen de Operaciones Vinculadas en el Impuesto de Sociedades, decide hacer una nueva interpretación de la norma. Interpretación que pasa por que estas sociedades a las que el futbolista cede la explotación de sus derechos de imagen deben presentar una cierta actividad relacionada con la función que supuestamente ejercen, así como tener empleados a su cargo y, además, compensar debidamente, por el precio de mercado, al jugador por la cesión que éste hace de tales derechos. Es decir, en la gran mayoría de los casos, la Agencia Tributaria estima que estas sociedades son la gran mayoría ficticias, creadas específicamente para este fin. Por tanto, se trataría de salarios encubiertos y que deben regular convenientemente su situación abonando las cantidades que han dejado de abonar a la Hacienda Pública (la diferencia entre el 30% del Impuesto de Sociedades y el tipo de IRPF que le corresponda abonar en función de sus ingresos anuales).

Sólo es delito fiscal en determinados casos

Esto explica la investigación iniciada desde hace unos años desde Hacienda a los futbolistas que militan en nuestra liga, tanto nacionales como extranjeros. Sí conviene diferenciar unos casos de otros, los que se consideran delito fiscal frente a los que no.

Porque la Agencia Tributaria, aún pudiendo hacerlo, no contempla ni ha contemplado delito fiscal en muchos de estos casos, estimando la inexistencia de ánimo defraudatorio y de dolo por parte de los futbolistas, pese a que las cantidades que reclama por los años de tributación (habitualmente cuatro desde que inicia la inspección) superan claramente el límite establecido en el Código Penal de 120.000 euros como delito fiscal. Esto ha dado pie a que se hayan levantado actas contra los afectados y donde, en aquellos casos que ha existido o existe disconformidad por parte del afectado, el procedimiento continúa abierto y ha derivado en el contencioso administrativo.

Pero este no es el caso de Leo Messi o de Javier Mascherano. A diferencia del resto, ambos jugadores habrían creado sociedades en el extranjero, en paraísos fiscales o países de baja tributación, a través de los cuales habrían cobrado estos derechos de imagen. Al ser residentes en España, la Agencia Tributaria considera que su objetivo no es otro que supuestamente eludir los impuestos que deberían pagar en nuestro país y, por eso, al superarse ese límite mencionado de 120.000 euros, considera que sí existe claramente un supuesto delito fiscal. Ahí radica la explicación de por qué el primero ha acabado sentado en un banquillo y el segundo ha tenido que llegar a un acuerdo para poder evitar así algo similar. Lo mismo sucede con el exmadridista Xabi Alonso que, residiendo entonces en España, también supuestamente habría utilizado una sociedad con residencia fuera del estado español.

Real Madrid y Atlético, en el punto de mira

El hecho de que estos últimos meses no haya salido a la luz ningún otro caso de futbolista afectado no significa que la Agencia Tributaria haya cesado en su investigación a los futbolistas y esta interpretación del concepto de los derechos de imagen. De hecho, según ha podido saber Público, ahora Hacienda ha puesto el ojo en el Real Madrid y en el Atlético. Personas cercanas a la situación confirman a este diario que los grandes jugadores de ambos equipos están siendo objeto de estrictas investigaciones por parte de Hacienda en busca del mínimo resquicio legal para poder levantar actas contra ellos.

Las comisiones de los representantes

Pero, además de las investigaciones abiertas por los derechos de imagen, se suma ahora otro elemento más que está siendo objeto de una dura investigación por parte de la Agencia Tributaria: el dinero o las comisiones que los representantes perciben por las operaciones de los traspasos. Hasta ahora, era norma general que fuera el club quien pagara al representante el porcentaje correspondiente por el traspaso o el fichaje de un futbolista. Porcentaje que puede oscilar entre el 10 y el 20%, según lo tenga estipulado el propio representante con el representado.

Pues bien, también aquí la Agencia Tributaria aparece con una nueva interpretación. Hacienda considera que, dado que el representante presta un servicio al jugador, debe ser éste y no el club quien corra con los gastos de su representante. Cantidades además que deben incluirse en el contrato que el jugador firme con el nuevo club de destino. Es decir, que junto a la cantidad que el jugador pacte como salario con este nuevo club, se debe incluir también la cantidad que el citado futbolista tiene que abonar a su representante por haberle tramitado toda la operación.

Como ejemplo práctico: si un representante debe percibir 500.000 euros netos por el fichaje uno de sus jugadores, hasta ahora esos 500.000 euros netos, es decir unos 800.000 brutos, corrían a cargo del club. Sin embargo, la Agencia Tributaria entiende ahora que esas cantidades deben incluirse en el contrato del futbolista, que será quien deberá abonar esta cantidad a su representante. Tal es la situación, que desde hace unos meses Hacienda está investigando seriamente a los grandes clubes y a todos sus jugadores para ver como se han abonado estos últimos años estas cantidades. Entre los investigados están el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid y el Valencia.

La LFP pide soluciones a la Agencia Tributaria

Tal es la situación de desamparo que sufren los clubes y futbolistas ante esta nueva interpretación, que la propia Liga se ha tenido que movilizar urgentemente, y desde hace meses mantiene contactos permanentes con Hacienda para tratar de encontrar una solución negociada. No sólo por la amenaza que suponen estas investigaciones y actas levantadas para todos sus clubes y futbolistas, sino también porque este modelo que pretende imponer el Estado claramente podría debilitar a nuestra competición, porque los clubes tendrían que cerrar acuerdos con futbolistas de cantidades aún mayores de las que se cierran, teniendo que incluir en términos brutos las cantidades que tendrían que percibir los representantes de fútbol. Así pues, dentro del marco de las conversaciones, la propia patronal de nuestro fútbol ha propuesto modelos mixtos, como el que existe en la Premier League. Es el conocido como Duality, donde el club paga un 50% de lo que le corresponde al representante y el otro 50% va incluido en el contrato del jugador.

Es más, esto incluso podría estar dentro de un convenio marco fiscal para el fútbol español donde también se estaría hablando sobre los mecanismos para solucionar el problema con los derechos de imagen. Conviene saber que en algunas ligas, como la italiana, han dejado de existir, pero continúan siendo una fórmula habitual en España, Alemania, Francia o Reino Unido.

De momento, poco se ha avanzado al respecto, pero desde la Liga de Fútbol Profesional no descartan llegar hasta las últimas consecuencias si llegara el caso, especialmente en todo lo relativo al abono de cantidades a los representantes.

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