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"Estoy harto de Villa, cada año es lo mismo"

Preciado se toma con humor que el asturiano siempre marque al Sporting

GERMÁN ARANDA

Por segunda vez en cuatro días, se encontró Villa con unos tipos vestidos de rojiblanco a los que era imposible marcar un gol. Pero el uniforme que veía ayer tenía un añadido sentimental, puesto que él lo vistió en sus primeros pasos como futbolista. Ni el cariño ni los orígenes le habían impedido marcarle al Sporting hasta en cuatro ocasiones cuando era jugador del Valencia. Y ayer, finalmente, tampoco.

'Estoy hasta arriba de él, de sus elogios, porque cada año es lo mismo', comentó tras el encuentro, con resignación y sentido del humor, el técnico sportinguista Manuel Preciado, hacia el que Villa había expresado mucha admiración durante la semana. 'Me alegro por él, tiene un gran porvenir en el Barça. Tiene muchos recursos y durante la primera mitad, pese a que este año había jugado poco de 9, nos ha martirizado', abundó más en serio.

Villa lo intentó en el minuto 5 y se encontró con una doble parada de Cuéllar, que volvió a detenerle un disparo al cabo de un cuarto de hora. A la media hora de partido, otro intento y, a punto de enfilar el vestuario, se encontró con una asistencia magistral de Iniesta y estampó un zurdazo en el lateral externo de la portería.

Los síntomas de ansiedad propios de un delantero que se estampa contra la portería, los mismos que afectaron hace unas semanas a Ronaldo en el Madrid, empezaban a aflorar en el delantero asturiano.

Pero al asturiano, finalmente, no le costó tanto romperla. Puede dar las gracias a Alves que, cinco minutos después de la reanudación, le sirvió un pase al hueco que le dejó solo y con todo el tiempo y el espacio del mundo. Se pudo encarar con la calma, controlar tranquilamente, detener el tiempo, hasta tener ante sí la posibilidad de cruzar un gol sencillo que valió tres puntos.

'Ha jugado un partido como todos los que ha hecho hasta ahora. Combina muy bien y ya sabemos que define y es preciso', le elogió Guardiola tras el encuentro.

Fue el quinto gol de Villa al Sporting en su carrera profesional, tercero con la camiseta del Barça, segundo en Liga. Lo consiguió Villa en su primer partido jugado íntegramente como delantero centro en el Barça. Primero, compartió la posición con Bojan mientras Iniesta se movía con libertad por el centro. Pero marcó cuando ocupó en solitario el puesto de delantero, con Bojan e Iniesta en las bandas.

El susto lo dio, en cambio, un defensa. Puyol se marchó al descanso 'con unos tacos marcados en el gemelo', según dijo Guardiola. En principio, sin riesgo de lesión.

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