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"Hay dopaje, pero en mí sí hay que creer"

Manolo Olmedo. Campeón de Europa de 1.500. El mediofondo español sobrevive a la caída

IGNACIO ROMO

Hay que creer en mí', dice Manolo Olmedo. El último eslabón de la cadena de éxitos españoles en 1.500 metros, el hombre que ganó el domingo en París con una lección de estrategia, está radiante. ¿Y por qué hay que creer tal y como está el atletismo y el dopaje? '¿Y por qué no?', responde. '¿Qué indicios he dado yo?', añade riendo con un toque de gracia andaluza en este atletismo español que vive un tiempo extraño, como interrumpido, a la espera de lo que determine la Justicia en la operación Galgo. '¿Sabe lo que llevo yo? Trabajo y esfuerzo, ese es mi secreto'.

La presencia de Nuria Fernández en los Europeos, por su apresurado rescate para la selección, por su medalla estruendosa, generó revuelo entre los españoles. Olmedo habla claro. 'La medalla de Nuria es válida, tan válida como cualquiera: no se va a unos Europeos a engañar. Yo no me esperaba que la seleccionaran, pero al final habrá que darles la razón'. El sevillano tiene clara su posición en el caso Galgo: 'Hay que esperar y respetar los tiempos del proceso sancionador'.

Olmedo se autotransplantó de Sevilla a Soria en 2006. Un cambio drástico. 'Sí. Pero no por el clima. El frío me da igual. Cuando uno decide un cambio drástico, cuando das un gran paso a cambio de un sueño, eso da igual. Lo que sí echo de menos es la familia, los amigos', afirma el mediofondista. Fue decisiva también la aparición de Enrique Pascual, su entrenador actual, el hombre que llevó a Fermín Cacho al título olímpico: 'Cuando conocí a Enrique, me convencí de dónde estaba mi futuro. Él sí sabe'.

'El mediofondo español está muy bien; el resto de pruebas, no tanto'

En los últimos meses, el sevillano ha vivido otro cambio. De los 800 a los 1.500 metros. 'Ha sido un cambio mental. Porque es el doble de la distancia. La clave estuvo en 2009. Ese año ya me entrené para los 1.500 metros pero competí en 800. Eso ha sido decisivo'.

No estaba en los planes de Olmedo competir este invierno en pista cubierta. 'Pero empecé a hacer entrenamientos rápidos y estaba mejor que nunca. Por eso dejé el cross y cambié de planes'. Dice el sevillano que su mejor virtud es 'la constancia, la perseverancia: a los 16 años ya estaba corriendo 800 metros junto a los mejores de España y no he parado hasta lograr esto'. Pero también admite sus defectos: 'Soy impulsivo y eso me pasa factura'.

'No esperaba que citasen a Nuria, pero al final habrá que darles la razón'

Olmedo no se moja con los pronósticos. No se pronuncia sobre qué tres españoles irán a los Mundiales de Corea este verano. 'Casado, yo ... y el otro lo dejo en el aire'. Dice el flamante campeón europeo que 'la altitud de 1.100 metros de Soria es importante, por eso en invierno no uso la cámara de hipoxia, pero en verano sí. Ahora tengo un hematocrito del 44%'. Olmedo es un atleta que no usa demasiado la tecnología. 'Me entreno sin pulsómetro. Soy más de guiarme por las sensaciones'.

Olmedo no analiza el estado del atletismo español en bloque. 'Yo hago una distinción: el mediofondo está muy bien, pero en el resto de las pruebas no estamos en un buen momento. Y nos falta publicidad, estamos perdiendo'.

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