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Héroe sobre ruedas

Márquez, tercero después de salir desde la 38ª y última posición de parrilla

A. CABELLO

Muy pocas veces la realización televisiva de un evento deportivo ha prestado tan poca atención a lo que sucedía en los primeros puestos de una competición. El epicentro de la historia en la carrera de ayer de Moto2 estaba en el fondo, en el último lugar de la parrilla de salida. Allí, arrastrado por la sanción impuesta tras el accidente de los entrenamientos, estaba Marc Márquez dispuesto a intentar una de esas remontadas insólitas. Pero estechico todavía no ha encontrado el techo de lo imposible; parece tenerle especial predilección a carreras de este tipo en las que se necesita expri-mir toda la savia de talento que un piloto lleva dentro. Sólo así se puede explicar que en un giro sea posible recuperar 22 posiciones.

Partió desde la posición número 38 y al final de la jornada obtuvo entrada vip para presenciar la entrega de premios en el podio. Un tercer puesto que sabe a azúcar después de un fin de semana de lo más accidentado. Todo parecía inclinarse hacia el desastre después de embestir a Ratthapark Villairot el viernes, pero el daño ha quedado reducido a la mínima expresión. 'Habría puesto la mano en el fuego. En el equipo firmábamos acabar entre el décimo y el decimoquinto. Eso es lo que hablamos el sábado. Ahora toca recuperarse de cara a Malasia porque aún estoy algo tocado', reconoció el español. Stefan Bradlsólo le sacó cuatro puntos gracias a su segundo puesto en Phillip Island. Son tres ahora la ventaja del alemán con dos carreras pendientes antes de que finalice el Mundial. Un renta escuálida vista la maestría que ya atesora Márquez a edad tan prematura.

Consiguió remontar 22 posiciones antes de acabar la primera vuelta

El viernes dejó la primera moto casi para el desguace después de una caída y luego llegó el percance que le costó el castigo. Con el nuevo chasis destrozado ha tenido la colaboración del equipo de Aspar, que le prestó el basculante que lleva Julián Simón. Con todas esas circunstancias adversas, además de sentirse dolorido después de tanta rozadura con el asfalto, se presentó el catalán al Gran Premio de Australia: 37 pilotos por delante y una moto casi improvisada para no perder medio Mundial ante Bradl.

Con más tráfico que una circunvalación un lunes en hora punta, Márquez arrancó su moto y empezó a quitarse rivales de encima con una facilidad pasmosa. Hay que recordar en este punto que es un piloto novato en la categoría, su aprendizaje ha sido a marchas forzadas. Nada tuvo que ver este primer acelerón de Phillip Island con aquel de Losail en Qatar en el mes de marzo. 'Sabía que tenía que arriesgar en la salida y así lo hice. Casi me caigo en las dos primeras curvas y, después, otras veces'. Sólo necesitó una vuelta al circuito australiano para ponerse a tiro de los puestos que otorgan puntos. Era décimosexto en el primer paso por meta, en menos de dos minutos 22 rivales habían quedado atrás.

A las cinco vueltas a Bradl ya le marcaban que Márquez marchaba décimo. El germano tuvo que arriesgar y buscar la cabeza de carrera para intentar sacar el mayor número de puntos posibles a su rival. Octavo, quinto, cuarto; el español ya tenía a tiro el podio con mucha carrera por delante. Tuvo una dura pelea con Corsi por subir al cajón, pero ayer nadie podía detenerle.

Bradl, segundo, le aventaja en tres puntos a falta de dos carreras

De Angelis le echó una mano al superar a Bradl en la penúltima vuelta. Al final, su adversario estaba unos metros por detrás. Ni él mismo podía creerlo: 'Me lo esperaba entre los cinco primeros, no en el podio', dijo sin dar crédito a lo visto.

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