Este artículo se publicó hace 16 años.
El hippie fashion
JOACHIM LÖW. Ha modernizado el fútbol alemán a través de la filosofía de las comunas
La nueva Alemania que abandonó la defensa de tres centrales, adoptó el marcaje zonal, adelantó la línea defensiva casi a la altura del centro del campo y bajó la pelota al suelo comenzó a gestarse con la contratación de Klinsmann y una llamada de éste al corazón de la Selva Negra. Por allí hacía footing Joachim Löw, que aceptó el cargo de segundo seleccionador al momento.
La conexión entre ambos nació en el curso de entrenadores para ex jugadores y se amasó en largas horas de conversación, en las que se dieron cuenta de que viajaban por la vida y por el fútbol en la misma dirección. El móvil le podía haber sonado a Löw en la Selva Negra, en una sesión de yoga o pedaleando por un país exótico, como hacía Klinsmann, otro cultivado en el modus vivendi de los hippies. “Me gustaría recorrer Nepal y el Himalaya de mochilero”, ha confesado el técnico.
"Algún día me gustaría recorrer Nepal y el Himalaya como lo hacen los mochileros"La pareja representaba la revolución que exigió el fracaso de Alemania en la Eurocopa de 2004 con Völler en el banquillo. En dos años y a contrarreloj, Klinsmann y Löw se propusieron modernizar las anquilosadas y vetustas estructuras del fútbol alemán y apostar por un estilo atractivo que enganchara a los aficionados en el Mundial 2006. Logrado el objetivo, Klinsmann dio un paso atrás al término de la cita mundialista y le dejó toda la responsabilidad a Löw.
Delantero de buenas maneras, el legendario guardameta del Liverpool Ray Clemence le rompió la tibia y el peroné cuando jugaba en el Stuttgart. Nunca volvió a ser el mismo futbolista y optó por hacerse entrenador. “Represento al fútbol ofensivo y tengo cultura del juego”, dijo nada más ser proclamado nuevo seleccionador en agosto de 2006. Siendo entrenador del Stuttgart, ya diseñó aquél triángulo mágico (Balakov, Elber y Bobic) que maravilló en la Bundesliga a finales de los años 90.
Psicología y dialéctica“No hay que ser autoritario, hay que tener autoridad”. Es su lema para manejar el vestuario. Él mismo incitó a Ballack a convocar la reunión de jugadores que, según la prensa alemana, había propuesto el capitán a sus espaldas A Jogy, diminutivo cariñoso de Joachim, a quien le gusta escuchar a sus jugadores. Habla continuamente de la necesidad de comunicar, de entablar interrelaciones dialécticas para detectar problemas y virtudes. La misma técnica empleada en las comunas para lograr una convivencia pacífica y educada.
Con Klinsmann, Löw era el encargado de la táctica, pero ahora también ejerce de psicólogo. Minutos antes de la semifinal con Turquía, motivó a sus jugadores con un DVD de las zonas de aficionados habilitadas para la ocasión. “Quería que vieran la pasión que despertamos en la gente y el respaldo que nos ofrecen”. Löw está comprometido con la idea de que el juego se empieza por la inteligencia para robar y sigue con la técnica para convertirlo en algo bello y atractivo para él, los jugadores y la hinchada.
En una película para destripar lo que fue la selección alemana se le veía explicando a los jugadores su concepción solidaria: “Nuestro referente siempre debe ser el compañero de al lado, en el contrario nos fijamos después” . Los jugadores le respetan, vacas sagradas incluidas. Les ha contado mil veces lo afortunados que son y lo desgraciado que fue él, que nunca pudo alcanzar la elite cuando estaba llamado para ello.
Flequillo poperoNacido en Schönau, Löw habla con marcado acento del sur de Alemania ante la prensa. Allí se presenta con esos aires de modernidad que le han llevado a ser nominado como el famoso mejor vestido de Alemania. Lleva flequillo popero, a lo Jarvis Cocker, el cantante de Pulp, uno de sus grupos preferidos. En los partidos viste siempre camisa blanca entallada y pantalón negro, los colores de la selección alemana.
En su habitación del hotel devora libros de historia de Paulo Coelho y allí se refugia de la melancolía que, a veces, le ataca. Le agobia el famoseo barato y por ello se molestó por el hecho, aparentemente intrascendente, de que su mujer fuese fotografiada. Löw sólo quiere fútbol. Del bueno y del libre.
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