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El humo ciega a Phelps

El americano ganó cinco oros en los Mundiales. El mejor extranjero de 2008 fue castigado por fumar droga

G. C.

Michael Phelps sigue siendo un coloso. En 2009, ganó oros y batió récords del mundo sin necesidad de usar los nuevos y polémicos bañadores de poliuretano prohibidos a partir del 1 de enero, pero su imagen pública nunca será la misma. El 1 de febrero, el tabloide sensacionalista News of the World publicó unas fotografía en las que el ganador de 14 oros olímpicos aparecía fumando marihuana. El escándalo fue sonado, sus patrocinadores lo abandonaron y la Federación Estadounidense lo sancionó durante tres meses por su actitud.

En realidad, la prohibición de competir no significaba mucho para el nadador, que no tenía previsto hacerlo durante ese tiempo, pero sirvió como toque de atención y erosionó su popularidad. El nadador que en la Encuesta Público de 2008 arrasó como mejor deportista extranjero, sólo ha sido mencionado por cuatro de las cien personalidades que han respondido en la edición de 2009.

En Roma, el estadounidense batió cuatro récords del mundo

Al Phelps del año que concluye siempre se le asociará con la marihuana, algo injusto teniendo en cuenta que puede presumir de no pocos éxitos cosechados en la piscina. El americano tiene un problema añadido: la natación sólo destaca de verdad cuando hay Juegos Olímpicos. Los Mundiales de Roma no tuvieron, ni de lejos, la misma repercusión que los de atletismo celebrados apenas un mes después en Berlín.

En aquellos calurosos días del julio romano, en los que todos parecían pendientes del material con el que se diseñan los bañadores, Phelps brindó al mundo una pincelada, la enésima, de heroísmo. Sucedió en la final de los 100 metros mariposa. Sus rivales, Cavic, sediento de revancha tras caer por un suspiro en Pekín, y el español Rafa Muñoz. El serbio, que había calentando la cita con declaraciones incendiarias, nadó furioso los primeros cincuenta metros. En el ecuador de la prueba, Cavic le sacaba seis décimas a Phelps. Entonces, surgió el coloso, el mejor nadador de todos los tiempos. Phelps remontó, ganó y se convirtió en el primer hombre que firma una marca inferior los 50 segundos (49.82). Un detalle nada menor: mientras que Cavic lucía un modernísimo y ventajista modelo de bañador de poliuretano, Phelps voló sobre el agua a pecho descubierto. Muñoz, también vestido con una de las prendas cuya legalidad caduca en cuatro días, tuvo que conformarse con completar el podio de la prueba más mágica del año.

La marihuana y la figura de Bolt han eclipsado la fama de Phelps

Más allá de le épica, Phelps estuvo brillante durante todo el campeonato. Consiguió cinco oros el citado en 100 mariposa, 200 mariposa, 4x100 estilos, 4x200 libre y 4x100 libre, los cuatro primeros adornados con otros tantos récords del mundo. Además, se colgó una medalla de plata más en la otra prueba en la que compitió, los 200 libre.

La Bala de Baltimore sigue siendo el más grande, pero el huracán Bolt y, sobre todo, el humo de una pipa de marihuana han cegado su popularidad en 2009.

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