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Huntelaar asume el descarte

El holandés ya contempla su adiós a Europa

PEPE GARCÍA-CARPINTERO

Klaas Huntelaar es un tipo tranquilo. No está acostumbrado a aglomeraciones (algo que sufrió tras el partido). Prefiere pensar en frío. 'España es otro nivel futbolístico. Sólo hay que ver un escenario como el Bernabéu para ver que estás jugando en un estadio diferente, el mejor del mundo. Por eso, y a pesar que no he estado nada afortunado por mi larga inactividad, me siento emocionado por la ovación que me ha dado la afición cuando el míster ha decidido sustituirme', reconoce.

Desde hace una semana, su nombre se asocia a un casting que a él no le agobia. Es más, asume ya su despedida a la Liga de Campeones. 'El club nos ha pedido tranquilidad. La gente habla mucho de este tema , pero hay que esperar y ver qué pasa. Lo importante es el Madrid, aunque entiendo que todo el mundo se fije en esta cuestión. A mí, no me importaría quedarme fuera de la Liga de Campeones. Lo que decida el Real Madrid, bien hecho está'. En la mano tendida a la decisión de Juande pronto aparece un pero. 'Evidentemente, no puedo negar que no quiera jugar esta competición. Es lo máximo que puede ganar un futbolista en Europa y yo quiero estar ahí', reitera.

De su debut ya interioriza sensaciones que comparte en alto: 'Me ha dejado impresionado el campo...','...se nota el respeto y el gusto de la gente cuando el Madrid ataca...', después de escuchar impenitente a Van Nistelrooy. Los consejos se hacen escasos a la hora de vestir por primera vez el escudo del Real Madrid en un escenario como el de Chamartín. Ruud le ha dado recomendaciones de todo tipo: Bernabéu, remates, reacciones del público, consejos... 'Es importante que alguien, y más él te ayude, así es todo más fácil', dice el novel delantero holandés. Van Nistelrooy sabe que está educando a su heredero, pero no pone reparos en revelarle secretos insoldables: referencias de colocación en un disparo a puerta en el Bernabéu.

La escuela holandesa funciona. Aunque para más de uno, el inglés (idioma) prevalece demasiado sobre el campo. Algo, por ejemplo, que Benítez tiene prohibido con el castellano en el Liverpool. 'El recibimiento en el vestuario ha sido magnífico. Los compañeros me apoyan en todo y hay que reconocer que al haber tanto holandés en el Real Madrid, la integración es prácticamente inmediata', dice el debutante.

La timidez que demuestra Klaas en estos momentos se ve en cada paso que da en la entidad blanca. Huntelaar apenas habla con la plantilla, excepto con los holandeses y Lass. El idioma sigue siendo una barrera. El nuevo Diarra es íntimo de Robben y su precipitada llegada les ha unido, a pesar de saber que uno de los dos se quedará fuera de la Liga de Campeones. 'No es una decisión mía, y respetaré la decisión que tome el míster y el club, sea cual sea', reitera Huntelaar.

El peso del gol blanco recaerá a partir de ahora sobre los hombros de Klaas-Jan Huntelaar. El madridismo acepta confiar en él y pensar en tiempos pretéritos en jugadores que han dado resultado nulo en el Bernabéu. El delantero sabe que el Real Madrid es una empresa diferente y por eso empieza a mirar por cada rincón del Bernabéu para satisfacer al empresario que le paga. Ya empieza a vislumbra donde se ha metido realmente.

 

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