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El imperio del gol naciente

Mundial femenino. Japón da la sorpresa

MIRIAM DE LA NOGAL

Las gradas del estadio de Fráncfort se teñían de emoción, tensión y nervios. Estados Unidos buscaba coronarse por tercera vez campeona del mundo, pero se topó con Japón, el imperio del gol naciente. El asedio constante al que sometieron a las niponas, marcó el ritmo frenético de la final. Las norteamericanas aportaron la magia y la ilusión; las niponas, la esperanza de hacer historia.

Los goles tardaron en llegar. El impecable trabajo defensivo japonés era el único capaz de frenar las peligrosas llegadas de la estadounidense Wambach. Fue ella quien, en el minuto 28, estrelló el balón en el larguero tras un zurdazo de infarto que dejó impasible a la guardameta nipona. Este disparo parecía ser sólo un aviso de lo que aún nos tenían preparado. Tanto unas como otras, hicieron que la tensión se trasladase a la Casa Blanca, pues hasta el propio Obama sufrió tuiteando la final mundialista.

Ya la intensa primera parte dejó entrever que el partido sería largo, y así fue. A pesar de que Estados Unidos se mostraba superior, no consiguió abrir el marcador hasta el minuto 68. Alex Morgan, que sustituyó a Cheney al comienzo de la segunda mitad, estrenó el marcador de la final. Su ajustado disparo desde la frontal del área engañó a la guardameta nipona, quien no pudo detener el poderío de Morgan.

A base de paredes y triangulaciones, Japón intentaba aprovechar sus escasas ocasiones

A base de paredes y triangulaciones, Japón intentaba aprovechar sus escasas ocasiones. Sawa ejercía su capitanía para que no cundiese el desánimo entre sus compatriotas. Y lo consiguió. El empate subió al marcador a tan sólo diez minutos del final, en un error de la defensa estadounidense. Miyama devolvía la emoción y esperanza a Japón y provocaba el pánico norteamericano. Estados Unidos nunca había perdido un partido mundialista en el que se hubiera adelantado. El de hoy fue el primero.

Wambach apareció cuando más se la necesitaba para rematar un centro de Morgan, pero la alegría del 1-2, le duró poco. Sawa, el cerebro nipón, empató y provocó que hubiera penaltis. Japón se impuso por tres a uno, en medio de la sorpresa mundial. Ya es campeona.

Japón: Kaihori; Kinga, Iwashimizu, Kumagai, Sameshima; Sakaguchi, Ando (Nagasato, m. 65), Miyama, Kawasumi, Sawa; y Ohno (Maruyama, m. 65; Iwabuchi, m. 119).

Estados Unidos: Solo; Rampone, Le Peilbet, Krieger, Buehler; Boxx, O’Reilly, Lloyd, Rapinoe (Heath, min 114); Cheney (Morgan, m. 46) y Wambach.

Goles: 0-1. M. 69. Morgan resuelve de tiro ajustado, tras recibir un balón en largo. 1-1. M. 81. Miyama aprovecha un mal despeje dentro del área pequeña para marcar. 1-2. M. 104. Wambach remata de cabeza un centro de Morgan. 2-2. M. 117. Sawa remata a la salida de un córner.
Tanda de penaltis: 0-0. Boxx, para Kaihori. 0-1. Miyama, gol. 0-1. Lloyd, fuera. 0-1. Nagasato, para Solo. 0-1. Heath, para Kaihori. 0-2. Sakaguchi, gol. 1-2. Wambach, gol. 1-3. Kumagai, gol.

Árbitro: Steinhaus (Alemania). Expulsó a Iwashimizu por roja directa. Mostró tarjeta amarilla a Miyama.

Estadio de Fráncfort: 48.132 espectadores.

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