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El impresionante salto del ruso Rozov desde
la cima del Kilimanjaro hasta la sabana africana

Ningún deportista hasta ahora se había atrevido a lanzarse desde la montaña más alta de África. El vuelo, que se inició desde una altura de 5.490 metros, duró más de un minuto.

El ruso Valery Rozov en pleno vuelo por el Kilimanjaro. /RED BULL

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MADRID.- El deportista extremo Valery Rozov se hace haciendo poco a poco con un hueco en los libros de historia del deporte. Experto en lograr saltos base a los que pocos humanos se atreven, este ruso de 50 años se ha superado esta vez a sí mismo. Su última hazaña ha sido la de lanzarse desde la cima del Kilimanjaro, la montaña más alta de África y el monte solitario más elevado de todo el planeta.

Rozov inició el salto, equipado con un traje wingsuit de Red Bull, desde la cima de la Western Breach Wall (5.490 m), el punto de salida más cercano y apto para volar. Y viajó en horizontal una distancia superior a 3 km para aterrizar en el popular Barranco Camp a 3.950 m, después de una caída libre de más de un minuto.

"Cuando aterricé, había cientos de personas esperándome. ¡La gente de allí había oído lo que iba a hacer y estaban impresionados!", rememora Rozov en la página web de Red Bull.
Un año de preparación

Para lograr tal hazaña Rozov llevó a cabo una exhaustiva preparación: "Preparé el salto durante un año". "Así que, como puedes imaginar, cuando lo he logrado he tenido un sentimiento muy especial. Estoy muy emocionado por lo que he hecho".

El Kilimanjaro posee unas características muy especiales que hay que tener en cuenta a la hora de afrontar un vuelo de estas características, tal y como explica Rozov: "No hay otra montaña en los alrededores que pueda atraer a las nubes, así que la única opción era hacerlo por la mañana temprano".

Había otra cuestión técnica: "El principal problema era buscar el lugar ideal para saltar y que la pared no fuera vertical", añade Rozov. "Pasamos un día entero buscándola. Después de perder una bonita oportunidad para haber saltado, estuvimos toda la noche en el cráter del Kilimanjaro a 5.750 m. Al día siguiente, había demasiado viento y estaba muy nublado, así que tuvimos que esperar hasta el tercer día".

Rozov se está convirtiendo en todo un experto en afrontar saltos base desde los lugares más altos del mundo. Su hazaña más reciente había sido saltar desde el Everest. En 2013, saltó desde el Monte Changtse (7.220 m), uno de los picos auxiliares del Everest, terminando con éxito el primer vuelo wingsuit de esta montaña. Pero tampoco se le ha resistido el pico Mont Blanc, en los Alpes.

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