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"Si el jeque, que quiere fichar a Cristiano, invierte en balonmano, ¿cómo no va a ser rentable?"

Demetrio Lozano, triple medallista olímpico, dice que la crisis de su deporte 'es tan exagerada como pueda ser la de la Sanidad', pero no hay que perder la esperanza

ALFREDO VARONA

'No, no, la situación ahora es absolutamente canina', responde Demetrio Lozano (Madrid, 1975), que fue uno de los campeones en el Mundial de Túnez de balonmano 2005. 'Entonces yo recuerdo que volví a jugar en unas condiciones muy buenas al San Antonio, en Pamplona, tras haber estado unos años en el THW Kiel de la Bundesliga alemana. Pero ahora sería impensable. Al contrario, si ya no tuviese 37 años y quisiese progresar, imagino que me tendría que ir fuera. Ahora mismo, en España si no juegas en Barcelona o en el Atlético de Madrid, la cosa está muy difícil, porque no está claro siquiera que puedan pagarte'.

¿Cómo es que un deporte en esas condiciones anuncia que va a luchar por el oro en un Mundial? ¿No es ilógico?

No, porque España tiene una generación muy buena que, en el peor de los casos, debería estar muy próxima a las medallas. En el anterior Mundial ya fuimos terceros. Y, aunque esto, a diferencia de lo que pasaba antes, ya no se refleje en el nivel de los clubes, tampoco hay que perder de vista la realidad. Una cosa es la situación deportiva y otra la económica.

O sea, que la riqueza aquí también está muy mal repartida.

Sí, pero esto es así y hay que aceptarlo y, además, no quiero quejarme tanto de lo que pasa en el balonmano, porque lo nuestro es tan exagerado como pueda ser lo de la Sanidad, lo de la Educación o la propia deuda del país, que está como está. Y yo siempre he tenido claro que nosotros, que somos un deporte minoritario, no podíamos vivir en un oasis. La crisis tenía que afectarnos como a los que más, y así ha sido. No íbamos a librarnos.

¿Cuánto ha bajado su sueldo?

Mi caso no es una referencia. Yo ya tengo una edad. He cumplido 37 años y no se me puede pagar como hace cuatro o cinco años o como cuando gané el Mundial de Túnez, que tenía 29. Mi caso no vale, pero sí sé que hay compañeros que no cobran en sus clubes, que el estado de la Liga es lamentable y que no es fácil subsistir así. Sobre todo, para los que conocimos otra época. Aquí se iba un gran jugador y venía otro mejor, el Ciudad Real era uno de los equipos más potentes de Europa y, sin embargo, hoy...

Sin embargo, la publicidad es muy feliz estos días. Al parecer, España puede ganar el Mundial.

Sí, claro, y ojalá. ¿Quién dice que, si ganamos, esto no valga para que las empresas, que quieran y puedan, se decidan a invertir en nuestro deporte? Creo que no se equivocarían, porque somos un ejemplo de calidad, entrega y cultura deportiva.

¿Pero de verdad piensa que el balonmano volverá a ser un negocio?

Tengo que pensar que sí y no creo que sea el único. ¿Ha visto el caso de Francia? El jeque del París Saint Germain, que quiere comprar a Cristiano Ronaldo, ha construido un equipo fantástico de balonmano en París. Y, si nos fijamos en el resto de Francia, todos los equipos han subido su presupuesto y la realidad es que hace unos años allí no iba a nadie. Y entonces yo pienso que si en el resto de Europa el balonmano va bien, ¿por qué no va a volver a ir en España?

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