'Nuestro comienzo fue engañosamente bueno. No se puede ensamblar un equipo e inmediatamente llegar a la Final Four. Se necesitan años. Quizá necesitemos uno, quizá tres'. La reflexión de Messina, en su blog del web ruso sports.ru, tuvo la osadía de enfrentarse a la realidad. Apareció el mismo día en que la victoria de su equipo ante el Armani Jeans (AJ), sinónimo de liderato y cabeza de serie en el Top 16, es otro paso más para acortar plazos. La misma idea que se maneja desde los despachos del Bernabéu, donde a la filosofía pronto se le exige urgencia. Por eso, el Madrid ha fichado a Ante Tomic, un chico de 23 años y 2.17 metros, que entiende el juego y puede jugar de 4 ó 5.

Con Van den Spiegel sin fecha de regreso, los centímetros que maneja Messina, tan solventes como escasos, necesitan apoyo ante los armarios que asomarán en París, sede de la Final Four. El destino que exigen los que mandan, que le impone el propio carácter a Messina y que tiene conjurada a una plantilla que, tras reinventarse ante las ausencias, se ha impuesto salir de la crisis de resultados de las últimas semanas.

'Hemos vivido la misma situación que España en el Europeo', asevera Messina. 'No lo hicieron bien al principio, pero recuperaron a los lesionados y finalmente jugaron como sabían'. Cuando esto sucede, el Madrid es capaz de sonrojar dos partidos a Panathinaikos o apoderarse de partidos trabados, como el de ayer en Milan. Otra victoria que agiliza la filosofía de la dinámica de grupo, esa que Unicaja enderezó en Lituania para entrar segundo en el Top 16.