Este artículo se publicó hace 13 años.
La Liga sigue en su barricada
Los clubes de Primera aprueban mantener el plante para la próxima jornada al no ver avances en sus reivindicaciones al Gobierno
La próxima jornada de Liga, la del 2 y 3 de abril, no va a jugarse. Al menos, esa es la decisión que ratificó ayer y que tomó el pasado 11 de febrero la Liga de Fútbol Profesional (LFP) después de celebrar una Junta extraordinaria con representantes de todos los clubes de Primera, si bien siete de ellos no estaban de acuerdo en parar. El objetivo, presionar al Gobierno y a las instituciones para que supriman la obligatoriedad bajo el amparo de la denominada ley Cascos de emitir un partido de Liga en abierto, puesto que supone un menor ingreso para la competición y los clubes.
Se oponen a la huelga Real Sociedad, Athletic, Zaragoza, Espanyol, Sevilla, Villarreal y Málaga, que delegó su voto en uno de los representantes del club castellonense, tan firme en su postura que está dispuesto a presentarse a su partido de El Madrigal contra el Barcelona. El resto de clubes y la propia LFP coincidieron en defender este paro, que supondría que cada jornada se aplazara una semana después de lo previsto y la competición finalizara el 12 y no el 5 de junio.
La LFP exige que se anule la obligación de emitir un partido en abierto
"El Gobierno y el Consejo Superior de Deportes conocen las necesidades de la Liga y no hay avances. Queremos negociar que deje de ser obligatorio el partido en abierto, que el derecho a la información se renegocie para poner fin a los libres programas de resúmenes y que la ley de apuestas se modifique", explicó tras la reunión el presidente de la LFP, José Luis Astiazarán. Defiende que hay "un retorno de unos 150 millones de euros" que los clubes dejan de ingresar por culpa del obligado partido en abierto. La medida sólo se revocará si hay "avances significativos" por parte del Gobierno para atender a las peticiones de la Liga, "una promesa".
A su salida, Lendoiro (Deportivo) respondió con ambigüedad al ser preguntado si iba a haber paro: "Parece". Buena respuesta teniendo en cuenta que estas medidas en ocasiones sirven para lograr avances y, por tanto, desconvocarse a última hora.
Eso es lo que desearía el presidente del Villarreal, Fernando Roig, que sí estaba especialmente interesado en expresar su opinión. "No es bueno para el fútbol este paro, no es el camino, estoy totalmente en desacuerdo y es una aberración y una monstruosidad", aseveró el mandatario, si bien comparte que "hay que negociar, el partido en abierto no es bueno". O sea, que está de acuerdo con las reivindicaciones de la LFP, pero en absoluto con los métodos. Hasta el punto de que el Villarreal hará "todo lo posible" por disputar esa jornada ante el Barça en El Madrigal. "Pediremos hora, pediremos árbitro a la Federación y si nos lo dan, nos presentaremos al encuentro", sentenció. Totalmente contrario a cualquier concepto de huelga, Roig defendió también "el derecho a trabajar aunque haya paro". "Tendría que ser algo muy grave para que defendiéramos una huelga. Para grave está Libia o Japón, pero estos asuntos hay que resolverlos con el diálogo", defendió.
El Villarreal, uno de los siete clubes que se oponen al parón, amenaza con presentarse
Por último, Roig mandó un recado a los presidentes que delegaron su responsabilidad en otros directivos: "Solamente han venido seis presidentes y nos estábamos jugando una valoración importante". Izco, de Osasuna; Lendoiro, del Depor; Catalán, del Levante; Torres, del Getafe; Pernía, del Racing y el propio Roig fueron los máximos mandatarios presentes. Almería y Málaga delegaron su voto en Mallorca y Villarreal, respectivamente. El Barça estuvo representado por el directivo Sanllehí y el vocal Arroyo. Y el Madrid, por José Ángel Sánchez.
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