Para terminar, un dardo. Luis Aragonés, después de recordar que esta noche sólo vale ganar, porque “del segundo no se acordará nadie”, abordó su futuro, su segura salida de la selección aunque alcance el título. Y fue entonces cuando lanzó un inequívoco mensaje a sus jefes: “Me voy porque no se ha hecho más porque me quede”. Cuando se le pidió que matizara un poco más su acusación, afirmó: “Lo que no quiero es que se utilice que yo no sigo porque me he querido ir”.

La decisión está tomada. “Ahora no hay marcha atrás y no digo esto para nada más, pero que quede claro”, proseguía el seleccionador. Y es que hoy será el último día en el que Luis se sentará en el banquillo de la selección: “No defender a mi país, me llevará a estar nostálgico. Pero ahora mi destino es trabajar. A partir de este momento, desearé como español los mayores éxitos para mi selección”.

Pero falta un partido. El encuentro que siempre soñó cuando hace cuatro años se puso al frente de la roja. “Me siento feliz por el grupo de gente que se ha formado, que ha creído, pero todavía nos queda la final. Ya he dicho antes que del segundo nadie se acuerda. Si ganamos, sí que podríamos presumir, pero queda ganar a los alemanes.

Una de las primeras premisas cuando Aragonés cogió las riendas de la selección fue la de cambiar la mentalidad y el estilo de competitividad de los internacionales españoles, algo que según el seleccionador se está empezando a conseguir. “Está claro que hemos empezado un sendero, pero hay que hacer un camino. Creo que se están haciendo bien las cosas, pero queda trabajo. Aunque lo principal para conseguir esto es caminar unidos. Algo que se ha conseguido”, explicaba Luis que seguía poniendo ejemplos: “Yo he visto grandes equipos, con grandes figuras y no han ganado nada. Dentro de mi equipo, es tan importante el primer jugador como el último. Los jugadores lo han entendido y eso es vital. Lo han comprendido y estamos en la final. Ahora falta rematar”.

Durante la conferencia de prensa se le preguntó a Luis por la Copa de Europa que perdió con el Atlético de Madrid contra el Bayern de Munich en 1974 y el seleccionador dijo: “Tengo recuerdos muy buenos por una parte y muy malos por otra, porque se perdió. Los deportistas no nos fijamos en si eran alemanes. Sí nos fijamos que del segundo no se acuerda nadie. Los atléticos dicen fue la casi copa de Europa y eso hasta me molesta. No me queda ni un ápice de disgusto, perdimos porque no supimos ganar”.

También saludo el buen ambiente que ha conseguido dentro del vestuario. “Me siento feliz de tener un grupo de gente que lo hemos pasado mal todos y que saben, quizá, que el que peor lo ha pasado he sido yo. Cuando hay unión de este tamaño es muy importante. Hay muchas cosas. Ha habido muchas criticas y los jugadores han visto que he aceptado esas críticas. Consideran que estoy en la senda o camino acertado”.

Ya entrando a discernir a Alemania, lo que más preocupa es lo habitual de los partidos que ha disputado España anteriormente: el juego aéreo. “Lo primero que me preocupa es mi equipo. Pero claro, Alemania tiene poderío físico, nos ganan en altura y en fortaleza física. Vamos a intentar pararlos como sea, aunque sea comprando una Pero, hay una cosa que me parece que nos beneficia: el toque les va a meter en muchísimos problemas”, apuntaba Luis.