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"Estoy mal, no sé si volveré a correr"

El piloto que hace 15 días arrolló mortalmente a dos aficionados en el rally de Pozoblanco se sincera con 'Público'

A. CABELLO / I. ROMO

Sobre qué quiere hablar? Lo siento, no estoy todavía con ánimo para nada. Quizá dentro de un tiempo pueda ser'. Con voz apagada Francisco Javier Curro Agüi, el piloto que arrolló a dos espectadores en el rally de Pozoblanco (Córdoba) del pasado 21 de mayo, declina la invitación de Público para conversar sobre la peor curva de su vida, aquella de la comarcal CO-6410 que precedió a la tragedia.

La imprudencia de un chico de 17 años y un adulto de 36, además de la falta de un protocolo de seguridad fiable, convirtieron ese sábado en una pesadilla para el granadino. 'Ahora mismo no me encuentro muy bien de ánimo. ¿Si voy a volver a pilotar? Pues ahora mismo no sé qué decir', insiste. Antes de cerrar la conversación, Francisco asegura que no ha hablado con los familiares de ninguna de las víctimas, ambas originarias de Alcalá la Real (Jaén). 'No he podido', confiesa.

El piloto andaluz era un habitual en este tipo de carreras. Debutó en el año 1991 y ha sido campeón de España de rallys de tierra y subcampeón de Andalucía de la misma especialidad. La fatídica casualidad hizo que los dos fallecidos, reconocidos aficionados a los rallys, pertenecieran al Motor Club Alcalá, entidad a la que Agüi representó en años anteriores. Defendiendo sus colores llegó incluso a ganar la Subida a la Mota que se disputa en dicha localidad jiennense.

Lo sucedido en Pozoblanco es el último capítulo de una serie de graves incidentes que, relacionados con la falta de seguridad, se suceden en los rallys organizados en España, sobre todo en aquellos de menor categoría. Se cumplen dos años de la serie de reportajes llevados a cabo por Público en los que se denunciaban los riesgos que corren los espectadores que acuden a presenciar estas pruebas. Tras la tragedia del pasado 21 de mayo un portavoz del Consejo Superior de Deportes (CSD) anunció que el máximo organismo deportivo español iba a recabar información sobre lo ocurrido y sobre las condiciones de seguridad en las que se desarrollan los rallys.

Hace unos días, varios representantes del CSD se reunieron con directivos de la Federación Española de Automovilismo. Les pidieron que revisen los protocolos de seguridad y les instaron a que dichas normas se apliquen con el máximo rigor.

La escudería Sierra Morena, organizadora del rally de Pozoblanco, emitió una nota en la que asegura que los dos fallecidos estaban situados en una zona prohibida y que se les pidió reiteradamente que abandonaran el lugar, pero aún no ha explicado por qué, pese al caso omiso que hicieron esos espectadores, la prueba arrancó. Y tampoco han aclarado las dificultades que se encontraron los servicios de urgencias para llegar al lugar del atropello, toda vez que los accesos estaban bloqueados por coches mal aparcados.

Con el accidente de la prueba cordobesa, el número de aficionados fallecidos en las cunetas de España durante la última década asciende a ocho. En 2001 se produjo en Jerez de los Caballeros (Badajoz) otro accidente con dos víctimas mortales. Tres años más tarde, un niño de 4 años falleció en la Subida al Algar (Cádiz).

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