Este artículo se publicó hace 14 años.
El maravilloso reto del Barça
Guardiola exige a su equipo vocación ofensiva y respeto. Como el Rubin ,el Sttutgart aspira a doblegar al campeón
Aunque sea fabuloso, el pasado reciente se soslaya en el Camp Nou. Los seis títulos logrados el año pasado por el Barcelona alimentan el recuerdo, pero entorpecen el presente del equipo azulgrana, enzarzado ahora en una labor titánica: responder a las expectativas generadas por una temporada irrepetible. No tiene margen de error el vigente campeón de Europa, que aspira a emular al Manchester y acompañarle en la solitaria nómina de campeones que logran acceder a los cuartos de final tras levantar el título.
Parece factible el objetivo teniendo en cuenta el empate cosechado por los azulgrana en la ida ante el Sttutgart (1-1) y la inagotable ambición que proclama su técnico, siempre exquisito con el rival. "Es imposible conseguir títulos si subestimamos al contrario. Podemos perder, pero nunca por eso", aseguró ayer Pep Guardiola. No sólo no olvida el técnico azulgrana lo que le sucedió hace tan sólo una semana al Madrid, sino que le viene de perlas para mantener la tensión de sus jugadores y la alarma activada en un entorno tan tendente a la depresión como a la euforia.
"Por supuesto que nos puede suceder lo mismo: esta es una competición grande y tenemos un reto maravilloso, la oportunidad de estar en cuartos e imitar al Manchester como único campeón que ha pasado", advirtió Guardiola. Con la duda de Keita, la casi segura disponibilidad de Puyol, y el regreso de Ibrahimovic, el técnico del Barça aspira a armar un equipo que, como mínimo, iguale el rendimiento logrado, el domingo pasado, en la segunda parte ante el Valencia. Entonces, Henry actuó en punta, por delante de Messi. Hoy es una incógnita, por más que Guardiola anuncie la vocación ofensiva de su equipo. "Si salimos a conservar, estamos muertos; aquí se va a atacar y a intentar que tengan el menor tiempo posible el balón porque si no no pasaremos", aseveró.
El Sttutgart celebra su mera presencia en el Camp Nou -"Es un hito jugar contra el Barça", aseguró su técnico, Christian Gross- , pero no se contenta. Sabe que tiene opciones, aunque sean "escasas". "Tendremos que jugar con gran intensidad, aplomo, sangre fría y mucha eficiencia", resume Gross, que sueña con imitar al Rubin Kazan y, de paso, ganarle la partida al "mejor del mundo".
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