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Marcos Rubén tira del Recre

Los onubenses remontan ante el Mallorca y comprometen el futuro de Manzano

ALFREDO VARONA

Marcos Rubén pidió el altavoz para convencer al Recreativo de lo que es capaz. La tarde venía envenenada. Pero los buenos futbolistas son así. Aparecen para firmar las escrituras cuando más se les necesita. La primera vez tuvo un socio de cine: Camuñas, que hizo de Magic Johnson. Entre la civilizada defensa del Mallorca, Marcos Rubén sólo se buscó la vida para sentenciar a Lux. Después, el delantero remó hasta el final. Entonces preparó al portero para el mano a mano. Pero justo antes de entrar en meta, retrasó la pelota a Colunga, que igualó con la máxima paz.

Se acababa la primera parte y el partido ya no volvió a ser el mismo. No anda el Mallorca para malgastar los ahorros. Al inicio de la segunda parte, Javi Fuego largó un disparo desde la otra vida que estaba destinado a morir en las manos de Lux. La pelota, que no iba a mil por hora, fue justo al centro. Si el portero se queda quieto, no hay problema. Pero cuando el balón pisó portería, Lux estaba acostado. Lo pitaron con desdén y mala uva. Fue una lástima, porque amenazaba una tarde limpia para el Mallorca. Arango se encargó de ello. Los dos goles partieron de su bota izquierda. Sobre todo, en el segundo estuvo enorme. Le puso la pausa a una acción veloz para esperar a Jurado. Pero no fue suficiente para un Mallorca, en el que sus delanteros rompieron el kilometraje. Corrieron como lobos, pero no hubo manera de corregir la tarde. Y miren que Keita se empeñó en el intento. Pero cuando la pelota se pone pesada, no hay nada que hacer. Y menos cuando el animal está herido. Sus mejores opciones se manifestaron a balón parado en la segunda parte. El locutor casi siempre fue Arango, pero está claro que su mensaje no traspasó la línea de fondo. Pañolada final y reunión de urgencia. La situación no pinta bien para Manzano. 

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