El centrocampista argentino del Atlético de Madrid, Maxi Rodríguez, ha reconocido hoy que se equivocó al lanzar al banquillo el brazalete de capitán cuando fue cambiado por Abel Resino en el partido del domingo ante el FC Barcelona y apuntó que pidió perdón tanto al entrenador como al equipo.

'Lo del domingo son errores que uno comete. Me equivoqué y hay que aceptar los errores que uno comete. No hablé con el míster porque estaba caliente y pensaba que podía ayudar al equipo, son momentos de calentura y hay que dejarlos atrás. Le pedí disculpas y también al equipo', subrayó el argentino.

Por eso, quiso dejar claro antes del derbi ante el Real Madrid que no tiene ningún problema con Abel Resino. 'Le pedí perdón y somos personas mayores que sabemos lo que queremos, que es ganar y hacer grupo. En ningún momento se pasó otra cosa por mi cabeza porque no he tenido problemas con ningún entrenador. Es algo que quedó atrás', recalcó sobre el incidente.

Cuestionado sobre si la elección del capitán debería hacerlo el vestuario, el argentino lo tiene claro. 'Cada equipo es un mundo. Depende del club y de la situación. A veces es difícil de explicar. Yo estoy muy bien y cómodo y siempre doy la cara cuando las cosas van mal porque estoy aquí para sumar', aseguró.

Respecto al derbi del sábado, el rojiblanco tiene claro que 'el Real Madrid y el Barcelona son equipos diferentes'. 'El Barça está por encima de todos, mientras que al Real Madrid le gusta jugar a la contra y esperamos que no sea un partido de ida y vuelta. Vienen de una racha muy buena y los dos equipos llegamos en perfectas condiciones anímicas, aunque este año queremos conseguir el triunfo', señaló sobre los malos resultados que han logrado en sus últimas visitas al Bernabéu.

'Lo importante es que el equipo consiga el triunfo, me da igual ser yo el que obtenga el gol de la victoria. Espero que el domingo los aficionados del Barcelona nos puedan darla enhorabuena y agradecer el triunfo ante el Real Madrid', subrayó el capitán 'colchonero'.