Este artículo se publicó hace 14 años.
"Menos motos de sufridor y más títulos, ¡coño!"
En mayo, antes de la final de la Liga Europa y ya enfermo, pero jovial, Arteche diseccionó al Atlético y, como siempre, fue claro y directo
Los valientes se van discretamente, sin hacer ruido. En vida ya dijeron lo que pensaban alto y claro. Así lo hizo Arteche en su última entrevista para Público.
¿Cómo ve al Atlético?
A mí no me ciega el color, digo lo que pienso. Y decir que hay que mirar a la cantera y echar a diez jugadores de la primera plantilla no es ir contra el Atlético.
¿Y a Quique Flores?
Este chico estuvo en un momento a punto de tirar la toalla. Y su problema se llamaba Asenjo. No es que sea mal portero, pero o caes en gracia o en desgracia. Él acumuló fallos y en cambio De Gea sale y la pelota le da en el culo, en el poste y hace tres paradones. Quique, como entrenador, vio que eso no podía seguir así y el rumbo del Atlético cambió.
¿Ha bajado el nivel de exigencia en el club?
Sí. En nuestra época acabar segundos o tercero era sinónimo de bronca. A Leal el público le protestaba cada vez que daba un mal pase. Ahora es lo habitual y no pasa nada. A la afición se le ha vendido la moto del sufrimiento y lo que hay que hacer es ganar títulos, ¡coño! Y que los jugadores vengan para quedarse y ganar esos títulos, no a hacer escala para dar el salto a otro club. ¿Quiénes son los intermediarios que se están haciendo de oro? Te colocan a Luis García, a Sinama, al otro y al otro. Si tu haces bien las cosas arriba, la exigencia viene sola.
Y no había casos como los de Pablo y Forlán.
A Pablo, cuando le pasó lo del Real Madrid, que le fichó Palacios (precandidato a la presidencia), luego se quedó y la gente se le echó encima, tuvo la oportunidad de decir: "Aquí estoy yo". No era mal central, pero ahí se vio que no tiene agallas. Y a Forlán el club debería haberle exigido pedir perdón por insultar a la grada.
¿Alguna vez se consideró usted por encima del club?
No.
Sufría con cada derrota.
Como la mayoría de los jugadores habíamos mamado los colores del club, querías verte bajo tierra. Tras perder la final de la Recopa (1986), yo no fui a coger la medalla de plata.
¿Y los futbolistas actuales ?
Depende del carácter de cada uno.
Luego vivió un duro enfrentamiento con Jesús Gil, ex presidente que acabó echándole.
Iba por el club y la gente se ponía a temblar en cuanto me veían. Un día fui a comer con Abel y Marina, y al día siguiente, Gil les amenazó con echarlos si volvían a ir conmigo. Esa situación la he vivido yo años, años y años.
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