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"Mi cabeza y mi bienestar necesitaban estar fuera del Madrid"

Hervelle. Ala-pivotdel Bilbao. Cedido por el Real Madrid, el belga ha vuelto hoy a Vistalegre. No guarda rencor, pero no olvida

MIGUEL ALBA

La llegada de Messina significó la salida de Axel Hervelle (Lieja, 1983) del Madrid. Su actual equipo, el Bilbao, ha jugado hoy en Vistalegre (la entrevista se realizó antes del choque que acabó con triunfo visitante por 80-87).

¿Cómo ha sido su adaptación a Bilbao?

Muy rápida. Tengo muy buenos compañeros, son muy buena gente.

La presencia de Mumbrú imagino que ayuda.

Sin duda. Antes que compañero, Álex es amigo, llevo muchos años con él y hemos vivido muchas cosas. Me ha ayudado mucho a ponerme al día de la ciudad, a encontrar piso, a que todo fuese más rápido.

La mala situación del Bilbao impone la misma presión que convivir a diario con la exigencia del Madrid.

Quizás a nivel mediático es diferente, pero a nivel interno la presión es la misma, porque el Bilbao está en una situación que no debería. No conozco a ningún jugador que le moleste la presión si es un ganador. A mí, desde luego, me gusta.

La inminente Copa, ¿es una vía de reivindicación?

Eso queremos. Con la llegada del nuevo entrenador estamos mejorando bastante y en la Copa vamos a ser algo más que un rival incómodo.

En el aspecto sentimental, ¿hubiera preferido otro rival justo antes de la Copa?

Deportivamente no, porque así sabremos el verdadero nivel en el que estamos. Quizás sí a lo largo de la semana. Me han preguntado mucho por la vuelta a Vistalegre, pero ahora lo que me toca es ganarle al Madrid. Mi equipo lo necesita y, ante esa obligación, los sentimentalismos quedan en un segundo plano.

Pero usted vivió muchas cosas en Madrid.

Desde luego, pero no puedo dejar que eso me afecte.

¿Tiene ganas de revancha?

Tengo ganas de victoria.

Eso significa que no le guarda rencor al Madrid.

Es difícil tener ese sentimiento hacia la institución.

¿A pesar del ostracismo vivido en la última época?

Sin duda.

Aparecía en un partido y no iba convocado en otros tres. ¿Temió por una temporada en blanco?

Sí. Tuve miedo de sufrir esa situación durante todo el año. A mí lo que me gusta es jugar al baloncesto y no estar dándole vueltas a si me convocaban o no. Necesitaba salir del Madrid. No podía seguir en esa situación. Mi cabeza y mi bienestar necesitaban que yo volviera a sentirme importante en algún sitio.

¿Por qué dejó de ser válido para el Madrid?

No lo sé. Fue todo un tanto extraño. Desde el principio se me dijo que no contaban conmigo pero que podía hacerme hueco. Yo lo creí y por eso rechacé todas las ofertas que me llegaron durante el verano. Sin embargo, cuando vi que, cerca de empezar la temporada, seguían fichando gente de mi puesto, supe que estaba fuera. Y ya no tenía ofertas. Entonces no me quedó otra que trabajar, esperar y seguir luchando.

¿El culpable es Messina?

Con él siempre tuve una relación bastante correcta. Respeto su decisión, porque sé que no le puedo gustar a todos los entrenadores.

¿Entonces entiende su marcha?

Yo nunca he criticado mi salida, sino las formas. No fueron las más correctas.

Empezada la liga siguieron llegando ofertas por usted. ¿Cuál fue la postura del Madrid?

El problema es que había tres partes que se tenían que poner de acuerdo a nivel de dinero. El Madrid siempre ponía problemas por ese tema. Con el Bilbao, la negociación también fue dura.

¿La puerta del Madrid está cerrada mientras esté Messina?

Prefiero no planteármelo. Ahora soy feliz en Bilbao. Yo sólo quiero pasarlo bien, después de haberlo pasado mal.

¿Ha recuperado la ambición?

Cuesta después de dos meses sin apenas competir, pero, en cuanto vuelves a sentirte importante, vuelve a aparecer.

Pero ha pasado de jugar la Euroliga a la Eurocup, de luchar por el título de liga a pelear por la salvación.

Es cierto, pero yo sigo manteniendo la misma ambición por la que empecé a jugar: ser el mejor de Europa.

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