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Como Mou por su casa

El luso retomó ayer sus vacaciones tras pasar cuatro días en Madrid perfilando la próxima temporada

HUGO JIMÉNEZ

Mourinho retomó ayer sus vacaciones tras pasar los últimos cuatro días en Madrid. El entrenador llegó el lunes junto a su esposa para buscar domicilio y elegir colegio para sus hijos, pero aprovechó la visita para terminar de perfilar la próxima temporada. Mou ya está instalado en Valdebebas y confirma cada día que es un trabajador infatigable. Entre sus visitas a las más lujosas urbanizaciones de la capital el técnico encontró tiempo para matizar el que será su primer año en el Madrid. Reuniones con la dirección deportiva, con los responsables de la cantera, con los operarios de Valdebebas, etc...

Mou quiere que todo esté a punto para la vuelta al tajo, prevista para el próximo 16 de julio, y no ha parado de planificar todos los detalles. En estos días Mourinho ha tenido tiempo de supervisar el planning de pretemporada, comprobar el estado de las altas y bajas en la plantilla, moldear Valdebebas a su antojo e, incluso, de impregnarse de madridismo con históricos como Butragueño.

'Este hombre no para. Está todo el día llamando, mandando mensajes y corrigiendo todo aquello que no le gusta. Nunca vi un entrenador que estuviera tan pendiente de los detalles', afirman sorprendidos e ilusionados desde los despachos del Bernabéu. El portugués demuestra sus galones desde el primer día, pero lo hace desde la humildad. 'A los trabajadores les sorprende lo cercano que es. Parece un relaciones públicas. Se sabe el nombre de casi todos', asegura un dirigente.

Mourinho se pasa el día llamando y mensajeando a sus colaboradores

Mou quiere tener todo bajo control y planifica el curso a voluntad. Se siente fuerte y respaldado y desde su llegada está marcando el paso del club. Ha creado zonas de descanso y recreo que antes no existían en Valdebebas y está todo el día en contacto con los responsables del fútbol base y de la dirección deportiva del club.

El martes el luso pasó más de una hora reunido con Ramón Martínez, director del fútbol base, y se empapó de la situación de los filiales madridistas. Quiere saber todo del club y emplea en ello cada segundo de su tiempo. El jardinero, el cocinero, los operarios de las oficinas del Bernabéu, los directivos, hasta varios jugadores del primer equipo, todos han intercambiado posturas con Mou. El luso siempre transmite el mismo mensaje: 'El Madrid tiene que ser una gran familia'. De momento el portugués está logrando implicación.

Y mientras Mou va posicionándose, poco a poco Valdano recula. El director general parece haber dado un paso atrás en sus funciones, porque Mou lo abarca todo, y está dejando hacer al nuevo técnico. El año pasado Valdano siempre supervisó el trabajo de Pellegrini y con Mourinho apenas se inmiscuye.

De hecho, el director general no presenció la mayoría de las reuniones que el luso tuvo esta semana. Pese a que Valdano negó durante la presentación de Mou que existieran diferencias entre ambos la realidad es que no tienen mucho feeling. 'A Valdano se le ve menos', apuntan desde Concha Espina. No es por él, sino porque Mourinho le anula. El entrenador luso ya monopoliza todo.

 

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