Este artículo se publicó hace 13 años.
Nadal pasa de puntillas
El español supera en tres sets (7-5, 6-3 y 6-3) y se clasifica para cuartos de final. Ferrer dice adiós a Roland Garros al perder ante Monfils
Un inquietante silencio abruma en la pista central de Roland Garros. La grada rebusca entre la arcilla al rey del planeta tierra sin hallar el menor rastro de vida. Rafael Nadal se siente un forastero en su hábitat. Jamás el público parisino le regaló un aplauso de más a pesar de sus cinco títulos, eso es cierto, pero tampoco es ajeno a que uno de los grandes tenistas de la historia camina de puntillas en esta edición del Grand Slam francés.
Y eso que al número uno del mundo le basta ese andar escurridizo para colocar su nombre en los cuartos de final. Acabó en tres sets (7-5, 6-3 y 6-3) con Ivan Ljubicic en un partido en el que Nadal se presentó como su verdadero enemigo. El croata es de esos tenistas que cuando llega la tierra batida parece desplazarse sobre aletas más que en zapatillas de deporte. No es su medio. No resbala como los grandes especialistas. La paciencia le estalla en la raqueta cuando el punto tarda en decidirse más allá de los cuatro o cinco intercambios.
"Hay que jugar con más alegría. No estoy jugando perfecto", reconoce
El manacorí no sufrió, ganó con solvencia en tres mangas, pero tampoco se divirtió. "Hay que jugar con más alegría, aunque era difícil con un tenista como Ljubicic, que te corta mucho el ritmo y no es el mejor rival para volver a encontrar mi tipo de juego". Nadal se cala. Y el problema ha aparecido en el paraje de su juego más insospechado: el drive. De repente parece haber perdido ese automatismo que parecía más un gen que una habilidad.
El español practica el drive de salón entre punto y punto para refrescar la lección.Deconstruye el golpe en busca del fotograma erróneo. Ese que le lleva a dar dos cañas seguidas en bolas sin exigencia abrumadora o el que le impide dar fuerza y colocación a un regalo de su rival a media pista. "No estoy jugando perfecto, está claro".
Nadal desaprovechó mil y una bolas de break en el primer set y eso casi le provoca un susto. Tampoco el croata andaba para muchas fiestas en una secuencia interminable de errores no forzados.
David Ferrer cayó eliminado ante el galo Monfils en cinco sets
Con la primera manga ya en el bolsillo, el balear aparcó cierta inquietud. La derecha empezó a rebañar alguna línea para cierto alborozo del pentacampeón.
El cuadro de los ocho mejores no miente. Nadal sigue ahí. Si quiere avanzar a la penúltima ronda tendrá que superar al único jugador que le ha vencido en Roland Garros: Soderling. El sueco también se clasificó para cuartos al derrotar al galo Simon. Quizá sea el sueco el rival que necesite el número uno para reconocerse ante el espejo.
Ya es el único español en liza después de la derrota de Ferrer ante Monfils en cinco mangas (las tres primeras jugadas el domingo). París abruma al alicantino. Un especialista como él en la tierra siempre derrapa antes de tiempo.
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