Javier Clemente inicia, a los 61 años, una nueva aventura. Dirigirá a Camerún los dos próximos años. Seguirá residiendo en España, pero pasará tiempo viajando por África y por Europa para seguir a los seleccionables. Tendrá como ayudantes a Oman-Biyik y al ex portero del Depor Songo'o.

¿Le atraen los retosen el extranjero?

Tras dejar el Valladolid, me llegó hace un mes esta propuesta. Me reuní con el presidente de la federación y llegamos a un acuerdo, aunque el contrato tenemos que firmarlo aún. Es una aventura que me atrae, porque es interesante y difícil a la vez. No soy un entrenador al que le guste esperar. Me gusta trabajar y, ya que en España no tenía nada hasta el momento, me decidí por esta oferta. He estado en muchos sitios peores, por lo que no me asusta ya nada.

¿Qué conoce del fútbol camerunés?

Conozco poco. Mi misión ahora es obtener toda la información y hablar con los técnicos y jugadores. Me defiendo con el francés y un poco de inglés. Con Serbia también empecé así y no me fue mal, aunque en el último momento nos ganaron los dos colistas y nos impidieron la clasificación. Camerún es una selección con prestigio que en los últimos años ha bajado de nivel. Me proponen que lo recupere y la devuelva a la élite africana. A mí me van los retos, me apunto a cualquier aventura.

¿Su imagen ha salido dañadacon el descenso del Valladolid?

Era otro desafío complicado, que acepté. Hicimos una buena reacción, pero al final nos faltaron dos puntos. No me arrepiento de la experiencia. Mi prestigio o imagen como entrenador sigue siendo la misma. Estoy donde estoy con mis méritos y defectos. Si otros entrenadores han conseguido más nivel que yo, me da igual. Mi meta es trabajar, seguir en el mundo del fútbol.

Sus últimas apuestas no han sido acertadas, como Murcia

No soy entrenador para Segunda. Me parece muy mala para competir. Se hace un fútbol farragoso y difícil, que no es para mí. Esa experiencia me marcó para saber lo que no tengo que volver a hacer. Lo pasé muy mal. Todo fueron engaños, a nivel profesional, deportivo y humano.

¿Se ha especializado en rescatara los clubes humildes?

No lo he elegido, pero me ha tocado vivir el mundo humilde del fútbol, equipos con problemas. Nunca me he planteado por qué los grandes no se han fijado en mí alguna vez. Me ha gustado vivir al día, sin grandes sueños, y me he decantado a veces por estar en clubes humildes, con gente seria y honrada. En realidad, si los dos grandes no se han fijado nunca en mí será porque habrán creído que no he estado a su nivel. Pero yo ni me lo planteo.

¿Siente que ha pasado su momento en el fútbol español?

Para nada. En mi trayectoria hay éxitos y fracasos. En el Espanyol, sin grandes fichajes, conseguimos ser terceros y jugar la final de la UEFA. Nunca lo ha repetido. Luego he ido a otros clubes, asumiendo problemas y falta de dinero, pero con el criterio y única meta de seguir trabajando. Nunca me ha gustado mirar atrás. Mi ambición es continuar en el fútbol, y con los medios que tengo y que me dan, trabajo como el que más. Nadie puede cuestionar mi profesionalidad. Y también me conformo cuando me echan. Por eso, ahora, Camerún es mi prioridad. Quiero conocer el fútbol africano, y seguir adelante.

¿Le han perjudicado las peleascon los medios y las polémicas?

Tengo la imagen que tengo. Pero sí, diría que el grupo Prisa, y especialmente la Ser, hicieron campañas que me han hecho mucho daño a nivel profesional. Pero no han podido conmigo. A mis 61 años, sigo entrenando y me siguen llamando.

¿Tiene más prestigio fuera?

En el extranjero, los dirigentes miran los currículum. Y cuando buscan españoles, porque les gusta nuestro fútbol, entre ellos estoy yo. No escuchan programas de radio nocturna, ni se dejan influir. Miran palmarés y resultados. Y yo no estoy ni para el cielo ni para el infierno. Estoy en una línea media, la del trabajo profesional.

¿Le ilusionan los cambios aún?

Me gusta que crean en mí. Si no estuviera ilusionado, no firmaría por Camerún. Me retiraría. Me atrae la idea de iniciar un proyecto nuevo. No voy sólo a ganar dinero. Si no voy a por todo, no voy. El proyecto me va a obligar. Seguiré viviendo en Bilbao, pero viajaré bastante.

¿Cómo ha vivido el triunfode España en Suráfrica?

El nivel futbolístico ha sido muy malo, pero España ha ganado porque ha sido la mejor, sin discusión. Ha sido un título ganado por méritos propios, pero con selecciones como Brasil, Argentina, Italia o Francia muy por debajo de su nivel habitual. España ha demostrado que tiene ahora mejores futbolistas que otras potencias, y se merecía un triunfo así.

¿Ha cambiado la mentalidadde los futbolistas españoles?

Lo que al final cuenta en un Mundial es la calidad y nivel de los futbolistas. En mi etapa como seleccionador estuvimos cerca de las potencias en EEUU'94, pero, siendo buenos, hubo cuatro selecciones mejores. En el fútbol hay que contar con lo que tienen los demás. Y ahora ha coincidido una generación extraordinaria de futbolistas españoles con un momento en el que los demás no tienen nada, o poco. Francia e Italia han sido campeones y ahora son un desastre. Ahora nos toca a nosotros. España se merecía ganar el título, ahora es la mejor.

¿Ha triunfado el modelo del Barça en la selección?

Me hace gracia lo del modelo. Los que han triunfado son Xavi e Iniesta, dos futbolistas extraordinarios que son los que han marcado la diferencia en el juego de España. Ellos dos encarnan eso que llaman el estilo. Son los jugadores los que hacen el estilo, y no al revés. Probablemente, cuando la cantera del Barça intente repetir los éxitos de Xavi e Iniesta, fracasarán. Es muy difícil que se puedan volver a crear jugadores de ese nivel. No hay muchos que puedan alcanzar el nivel tan alto.

¿Cómo ve el duelo Barça-Madrid?

El peligro del Barça es que ha optado por una plantilla corta, que puede ser justa si hay lesiones. Pero tiene juego y soluciones. Y el del Madrid es que ha contratado a jugadores hechos, contrastados, pero que va a tener que conjuntar. Ahí Mourinho tendrá que trabajar bastante, y eso necesita tiempo.

¿Qué destacaría del último campeonato?

Me gustaron casi todos los partidos del Barça, pero me aburrí un montón. A la Liga le faltó emoción, y cada vez será más así. Hay demasiada diferencia entre ricos y pobres. Barça y Madrid están muy por encima. Los pobres cada vez estarán más lejos.