Este artículo se publicó hace 11 años.
La partida de póker entre Pardeza y Zidane
"Su fichaje no es una prioridad para el Madrid, sino un buen negocio", dijo Miguel Pardeza hace doce años de Zidane, el hombre al que ahora Florentino Pérez ha ofrecido su puesto de director deportivo en el club, en el que vi
Hace doce años, Miguel Pardeza (1965) ya estaba retirado del fútbol. Entonces estudiaba en la universidad y colaboraba con medios de comunicación. Y entre las cosas que hacía estaban los encuentros digitales con los lectores donde, por ejemplo, nunca dio la bienvenida al fichaje de Zidane como futbolista del Real Madrid. "Me parece que es un gran jugador, pero en ningún caso el jugador que tratan de vendernos. No creo que su fichaje fuese una prioridad para el Real Madrid, sino más bien un buen negocio". Hoy, doce años después, se da la circunstancia de que Pardeza es, desde hace cuatro, el director deportivo del Real Madrid, uno de los de los puestos que el presidente Florentino Pérez ofrece a Zidane. El contrato de Pardeza, además, se acaba el próximo 30 de junio. Pero Florentino Pérez ha calificado de "magnífica" su labor y ya no se duda que Pardeza de su continuidad. El hombre, que sobrevivió a Valdano, también sobrevivirá a Mourinho. De hecho, en la comunicación del club se cuenta que Pardeza sigue ejerciendo su puesto. La semana pasada se reunió con Xabi Alonso para tratar su renovación hasta 2016.
Al parecer, así han sido los últimos cuatro años de Pardeza, acostumbrado a una labor silenciosa, a una responsabilidad misteriosay a incómodas preguntas públicas, al menos para él. Pero son preguntas que hacen falta. Son preguntas que, por ejemplo, quisieran saber qué ha significado su trabajo en las tres temporadas de Mourinho. Dado que ya no es como en su época de director deportivo del Real Zaragoza, cuando Pardeza sí concedía entrevistas privadas, cabe preguntarse esas cosas en voz alta. También qué piensa ahora de la posible llegada de Zidane a la dirección deportiva. ¿Acaso sigue pensando del francés lo mismo que escribió hace doce años?
Son preguntas que sólo Pardeza podría responder. Pero ya no lo haría con la libertad de un colaborador de los medios de comunicación, sino como un hombre institucional que, en estos últimos cuatro años, en su defensa del Madrid, ha sido capaz de quejarse hasta de los árbitros. Aparentemente, no cuaja con su perfil, el de un hombre instruido, una voz autorizada dentro del fútbol y un personaje formado que, aparte de cursar cuatro años de Derecho, se licenció y doctoró en Filología Hispánica. Todo esto lo compaginó con su biografía de futbolista, que duró 16 años (1982-98). Terminó en el Puebla mejicano después de cinco temporadas en el Real Madrid y diez en el Zaragoza. Pero, sobretodo, fue siempre un hombre de personalidad como recordarán siempre compañeros suyos del cuartel, en el campamento de instrucción de Móstoles, en el que hizo el servicio militar. Pardeza se enfadaba y se negaba, sin miedo a las represalias, a utilizar las botas de deporte militares. Al parecer, decía que él "comía de sus pies" y logró que le dejasen utilizar sus propias deportivas.
¿El rostro del fracaso?Pardeza es hoy un hombre de 48 años que siempre compara los veranos en el fútbol con "una partida de póker en la que nadie enseña sus cartas", lo que tal vez justifique que, a día de hoy, el Madrid no haya fichado a nadie. Pero realmente se desconoce su labor real, si tiene la importancia que tenía en ese Zaragoza que le llamó en 2006 para nombrarle director deportivo. "Yo llevaba una vida bastante tranquila. Estaba realizando mi tesis y colaborando en algunos medios". Una cosa que perdió cuando aceptó ese trabajo del que rápidamente lamentó, en aquella época en el Zaragoza, "la pérdida absoluta de privacidad y el hecho de estar expuesto constantemente". Algo que, sin embargo, no
sucede ahora con él ni ha sucedido en estos últimos años en el Real Madrid, donde habita en una posición absolutamente discreta. Es posible que en los últimos años no se haya escrito una sola línea criticando su trabajo, lo que tampoco cuaja con la definición que Pardeza hace de sus funciones. Tiene dicho que "el director deportivo es el rostro del fracaso", así como que "la victoria tiene muchos padres, pero cuando las cosas salen mal los señalados somos nosotros".
Desde luego, no ha sido su caso las últimas temporadas en el Real Madrid, en las que no ha dejado nunca de hablarse de Mourinho, un poco menos de José Ángel Sánchez y casi nada de Pardeza. Sin embargo, en la jerarquía del club figura como director deportivo. Una plaza que, si Zidane quisiese, ya no sería suya. Nada que ver con la primavera de 2009, en la que se reunió en un hotel de Madrid con Jorge Valdano, que era director general del Madrid, y, acompañado por buenos motivos, le ofreció ese puesto. Pardeza era entonces un director deportivo reputado con muy buen ojo para la cantera y para los fichajes. De hecho, hizo lo imposible por traer a Piqué al Zaragoza cuando este no jugaba un minuto en el Manchester de Ferguson. Pero el caso es que eso fue ayer, cuando Pardeza era un hombre posible para los medios de comunicación, una declaración interesante y con voz propia, capaz de decir que "los entrenadores no son los que mandan absolutamente en los vestuarios, aunque sí son los primeros a los que se les escucha". Los últimos cuatro años, sin embargo, se ha negado "a alimentar cualquier debate sobre Mourinho".
Ahora, precisamente, haría falta escuchar a Miguel Pardeza, al hombre que no se parece demasiado al que hace diez años escribía artículos de opinión en la prensa. "Mi trabajo consiste en decir lo que veo, lo que me gusta e intentar explicar lo acertado o lo equivocado del juego". Se definía como "un analista y no como un forofo", que contestaba preguntas como ésta en un chat de El Mundo:
-Señor Pardeza, ¿sabe usted que cobra mucho más por sus comentarios de un día a la semana que el 80% de los periodistas de la radio?
-Sé lo que cobro yo, no los periodistas de la radio -respondió-. Para tener un juicio tendría que saber lo que cobran los demás. Pero, ¿qué le parece que un empleado de Banca cobre 200.000 pesetas (1.200
euros) y el propio Banco gane miles y miles de millones? Los sueldos, altos o bajos, los determinan el mercado y la especialidad.
El caso es que una década después, a buena hora se van a hacer esas preguntas a Pardeza. Para empezar, la primera sería saber lo que representa y si sigue viendo a Zidane como un elemento innecesario en el Madrid...
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