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El partido más bonito de la Champions

JORGE YUSTA

'Puede ser el partido más bonito de la Champions', declaraba Diego Simeone en el abarrotada sala VIP del Vicente Calderón este martes. Atlético y Barcelona vuelven a chocar por quinta vez en lo que va de temporada con el objetivo de alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones y cuyos precedentes no hacen más que pensar en un choque de máxima igualdad. Sin embargo, el 1-1 de la ida prevé un partido distinto, un partido intenso desde que Howard Webb pite el inicio, un partido en el que los azulgranas necesitan tirar de valentía para desmontar pronto el marcador y en el que los rojiblancos procurarán que los 90 minutos transcurran por su sendero.

Lo que es que cierto es que hasta hoy los duelos entre ambos se han saldado con empates. Dan igual los estilos diametralmente opuestos. Da igual el estadio. Ni la intensidad, el rigor táctico y el contragolpe del Atlético le han ganado a la precisión, la posesión y la técnica del Barcelona, ni viceversa. Esta vez se encuentran en similar situación. Tan solo el gol que logró Diego Ribas les da cierta ventaja a los de Simeone, que recordaba la tremenda capacidad goleadora del Barcelona: 'Ellos siempre piensan en hacer gol y manejar la mayor parte del partido. Vienen de hacer cuatro goles en la casa [el Bernabéu] de acá al lado. Nosotros cuidaremos los espacios y saldremos al contragolpe'.

El Tata Martino tiene claro cuál es la senda que tiene que tomar su equipo ante un rival que siempre ha logrado desarmarle y apagar cualquier intento de fogonazo de los Messi, Neymar y compañía. 'El camino es la última media hora de la ida', advertía el argentino. Aquella en la que el Barça, viendo el 0-1 con el que se había puesto el partido, logró encerrar al Atlético en su área jugando al ritmo eléctrico que se le recordaba. Hoy, el Barça no puede permitirse esperar a que el gol llegue, tiene que ir a buscarlo, con valentía y sin demoras. 'Pensar en el fracaso es síntoma de perdedor', afirmaba Cesc, que jugará casi seguro de falso '9' con Messi por la derecha y Neymar por la izquierda.

Y detrás de la tremenda batalla que se espera en un Calderón de aspecto infernal se hallan las semifinales de la Champions, la antesala de la final de Lisboa. Un hito al que el Barça ha tomado por costumbre llegar en los últimos años. Ya son seis las temporadas seguidas que no falta a esa cita. Sin embargo, los atleticos solo lo recuerdan en blanco y negro. Es un reto pendiente desde hace 40 años. Desde 1974 no alcanza esa fase de la máxima competición continental, precisamente en la edición de la que fue subcampeón frente al Bayern Múnich. Alcanzarlas sería un espaldarazo al proyecto liderado por Simeone, una reivindicación del fútbol desde el trabajo alejado de los millones.

Pero el Atlético cuenta con una baja relevante, la del turco Arda Turan, aquejado de una pubalgia, fruto del exigente calendario. Y con Diego Costa deshojando la margarita sobre su participación. El hispanobrasileño es otra víctima de las lesiones musculares. Su importancia en este equipo es capital. Con 33 goles en la temporada, su determinación para resolver partidos es indiscutible. Pero Simeone confía en su plantilla y ayer lanzó un órdago de fe en un jugador que está lejos del de hace dos campañas: 'Si no juega Costa, jugará Adrián... y marcará un gol'. Al lado del asturiano jugará su compatriota, David Villa, que también necesita un choque como el de hoy para reivindicarse de rojiblanco.

Al Barça, que ha vuelto a conectar con la Liga y a la espera de la final de Copa del próximo miércoles, se le presenta el choque como una prueba de fuego para demostrar que siendo el Barça de siempre, un equipo armado y demoledor por encima de las individualidades. Sobre todo, necesita resolver sus problemas en defensa. Sin Valdés ni Piqué, los alrededores de Pinto se han convertido en un campo de minas. La responsabilidad de despejar dudas será para Mascherano y Bartra. En el centro, lo de siempre: Busquets, Xavi e Iniesta, que alcanzará esta noche su partido 500 como culé.

Y arriba Martino confiará en Cesc de punta falso, donde el catalán se encuentra más cómodo y donde aporta movilidad, espacios y asociaciones para intentar descolocar al férrero esquemo defensivo del Atlético. Contará Cesc con la ayuda por las bandas de Messi y Neymar. El brasileño, el más resolutivo esta temporada ante el Atlético, vuelve a la izquierda desde donde mejor se desenvuelve. Y Messi partirá por la derecha, para lograr sorprender. Para el argentino es hora de desquitarse de las últimas actuaciones. No termina de desequilibrar como acostumbraba y el Barça necesita al Messi más letal. Desde el partido del Bernabéu se espera al mejor '10'.

Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Gabi, Tiago; Raúl García, Koke, Villa; Diego Costa o Adrián.

Barcelona: Pinto; Alves, Bartra, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Iniesta; Messi, Cesc y Neymar.

Árbitro: Howard Webb (Inglaterra).

Estadio: Vicente Calderón.

Hora: 20.45, Canal + Liga de Campeones.

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