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Pedro decide de nuevo

El canario aprovecha la pillería de Messi y una asistencia de Iniesta para marcar su 15º gol ante el Sporting (0-1)

NOELIA ROMÁN

A veces, es con una jugada genial; otras, a través de una falta magistralmente lanzada. Ayer, con un gesto de pillería que rentabilizó Pedro, el hombre que ha establecido un endiablado pacto con el gol. Pero en el origen fue Messi, cuyo abanico de recursos encuentra, en cada jornada, matices diversos.

El de ayer fue muy argentino; un gesto de picardía tan sencillo como botar a velocidad del rayo una falta en el medio campo. Y confiar en que Iniesta, el receptor, afinará su visión panorámica para encontrar la carrera de Pedro, desbocado por la banda izquierda. La continuación es casi una ecuación perfecta.

La que establece el delantero canario con la portería contraria, aunque en el camino se deje alguna ocasión preciosa (tres en la segunda parte) y necesite del consejo y del empujón de Guardiola para aclarar conceptos tácticos. Lo de Pedro es el gol: para escarnio de Henry, ya suma 15 en lo que va de curso, seis en este campeonato que sigue liderando el equipo azulgrana con ocho canteranos en el once inicial, otra plusmarca para este Barça de los récords. Otro triunfo más, otra noche sin encajar un gol, una nueva jornada invicto, y ya van 20, pese al Sporting, terco en su acoso final.

El equipo de Guardiola sigue fiel a su hoja de ruta, con independencia del rival, y le marca el paso al Madrid, obligado a mantenerle el pulso para seguir haciendo de la Liga una cosa de dos. El Barça no cede. Sabe lo que quiere y tiene los recursos para conseguirlo. Incluso sin Alves, como ayer. Puyol le sustituyó en la banda derecha, sin la capacidad ofensiva del brasileño, pero con la sobriedad defensiva que define al capitán azulgrana, escudo de Márquez.

La escasa puntería azulgrana anima al Sporting, vivo y tenaz hasta el final 

La necesitó el Barça, en el tramo final, cuando el equipo de Preciado decidió probar suerte, vista la poca que asistía a los azulgrana en el segundo acto, una concatenación infructuosa de ocasiones de Pedro, Messi, Iniesta e Ibrahimovic. El gol es tan rácano últimamente con el delantero sueco como generoso con Pedro. No ve puerta Ibra por más que lo intenta. Y se desespera. El Barça lo echa en falta. Aunque Messi llene el frente del ataque, se invente sus genialidades desde la media punta o la banda y abastezca a sus compañeros de balones preciosos.

Ayer sólo el de la falta, mediada la primera parte, acabó en gol. El árbitro marcó la infracción cometida sobre Ibra y antes de que se sacara el silbato de la boca, el balón ya había pasado de los pies del argentino a los de Iniesta. La asistencia del manchego, magistral, acabó en la portería de Juan Pablo, después del sprint de Pedro y un chut ajustado al palo izquierdo. Con sus líneas de presión establecidas en tres cuartos de cancha, el Sporting dejaba jugar al Barça, que materializó su superioridad.

No la cedió el equipo azulgrana, magnífico en la combinación y en el dominio del escenario, pero tampoco mató el partido. Los de Preciado defendieron muy juntos y muy bien. Reñido con el acierto el Barça, el Sporting probó su suerte y exigió en un par de ocasiones a Valdés, seguro e imperturbable. Con cierta angustia, los de Guardiola sumaron su 16ª victoria y se fueron a dormir sin temor de lo que hizo después el Madrid.

 

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