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Pedro Nimo, el atleta 'indignado': "La clase política gestiona con imprudencia e injusticia"

ALFREDO VARONA

Hoy ha sido uno de esos días de climatología tan dura en Santiago, en los que Pedro Nimo dice que 'el entrenamiento vale por dos. Ha vuelto a llover. He tenido que pelear frente a un viento infernal y, una vez que he llegado a casa, he vuelto a preguntarme: '¿a ver de dónde saco fuerzas para salir a entrenar mañana otra vez?''. Pero lo hará porque Pedro Nimo está preparando el maratón de Londres, donde ya no acepta representar 'a España ni a Galicia', sólo a su propio esfuerzo que, 'a diferencia de lo que pasa con la clase política no está amparado por la injusticia'. Es la palabra de un hombre que ha renunciado a las becas de la Federación Española y a cualquier tipo de ayuda pública como atleta.

¿Es usted un rebelde con causa, un loco de otra época? ¿Quién es realmente Pedro Nimo?

No lo sé. Sólo soy un ser humano que ve lo que le rodea y no le gusta. Ante eso, no puedo permanecer en paz. Por lo tanto, he de rebelarme, si se quiere ver así, ante ese dolor. A mí me parece perfecto que la clase política me pida sacrificios, porque los sacrificios son honrados, pero no que gestionen esos sacrificios con imprudencia e injusticia. Eso me hace sentirme estúpido.

¿La estupidez puede llevar a la locura?

Sinceramente, no creo que yo esté loco. No creo que aún haya llegado a ese estado. Mi actitud es fruto de algo meditado. Si me habla de hace unos años, en los que me movía por los impulsos, tal vez, pero ahora ya no necesito ser impulsivo. Tengo marcas que me apoyan, unos patrocinadores que me permiten no depender de las becas y una familia con algún recurso que me concede esa independencia.

¿Y si no tuviera todo eso?

Pues a lo mejor hubiese tenido que tragar. De hecho, hay compañeros que me han llamado y me han dicho: 'Pedro, si yo pienso como tú, pero no puedo decirlo...', y me parece bien. Sin embargo, mi caso es distinto. He renunciado a una beca irrisoria. Es más, se puede decir que, más que un sacrificio, ha sido algo reivindicativo, en ningún caso producto de un calentón.

Al menos hoy, muestra un discurso muy cerebral

Lo intento, al menos. Yo soy más cosas que atleta, pero no soy ajeno a las posibilidades que me ofrece el atletismo. Estaré en abril en el maratón de Londres, donde me han asignado un fijo por correr un solo día que equivale a una beca nacional de la Federación Española durante todo el año. Hace unos meses, gané la Behovia-San Sebastián y me pagaron más que por ir a un Campeonato de Europa con la selección...

Al final, todo es dinero

No, no se crea. El dinero es importante, pero, aunque parezca un tópico mil veces escuchado, no da la felicidad. Ningún atleta corre por dinero. El sacrificio no lo compensaría. El hecho de llegar a casa destrozado y casi no poder dormir del dolor de piernas... No ganamos dinero que compense ese sacrificio. Pero en el fondo nosotros somos unos románticos que tenemos una sola pega. Tenemos que vivir de algo y actualmente hay atletas profesionales que tienen pánico a lesionarse, porque se quedan sin nada...

¿Qué es más difícil, ser ciudadano o ser atleta?

Ser ciudadano, sin ninguna duda. Yo puedo salir a entrenar por la carretera y pelearme frente al viento, pero tengo esa posibilidad aunque sólo sea para subsistir. Pero siempre será más duro la gente que no tiene esa posibilidad, porque no tiene ese talento para la carrera, y que está sin trabajo con lo que significa conseguir un trabajo hoy en día. Ahora mismo, ya no depende ni siquiera de uno mismo y cuando se hablan de los emprendedores, de las ayudas a los emprendedores..., en fin otra mentira. Si no tienes un dinero ahorrado no hay nada que hacer, y el problema es cómo se ahorra ese dinero...

Una entrevista demasiado dura

Pero realista. Tengo amigos que son doctores que se han ido fuera de España para que los valoren, han vuelto y no encuentran ni una beca de 600 euros al mes para dedicarse a la investigación en la Universidad... Mi propio hermano, que es universitario, que ha hecho varios Masters, a los 30 años, está en paro y no encuentra nada. A nadie nos gusta ver eso.

Al hilo de esto, recuerdo una frase suya para hacer un documental: 'Ya no tenemos que ir a África para sentir pena'

Es que es así. Mire, mi abuela vive en la parte baja de Santiago, donde está la 'cocina económica', que es como un comedor social. Antes, veías en la cola a exdrogadictos.... Sin embargo, ahora ves gente bien vestida, padres de familia a los que no les queda más remedio. Para mí, ver eso es duro. Hay gente que a lo mejor ha hecho callo. Pero yo no soy tan mayor y estás imágenes, como se decían en los telediarios de antes, hieren mi sensibilidad.

¿Y por eso no hay manera de callarlo?

Pues a lo mejor es por eso o para dormir mejor o, simplemente, para despertar dos o tres conciencias más... Me vale así. También puede ser por culpa de mi egoísmo para sentirme mejor. Soy incapaz de ver y no decir nada. No sólo puedo mirar por mí. Mi familia no me educó así. Tengo conciencia social, tengo valores... No sólo soy yo. Veo a mi hermano que continúa en el paro. Veo a la gente y me recuerdo a mí mismo que para ser feliz necesito estar rodeado de gente feliz, y actualmente el hecho de salir a la calle me genera mal cuerpo.

Aun así ha sido capaz de montar un negocio, una tiendas de deportes en Santiago. ¿No fue otra locura en esta época?

Yo tuve buenos amigos, un buen gestor... que me prepararon para este momento. Sabía que debía dejar un buen colchón y que no iba a tener esas ayudas públicas que se prometen. Fui previsor y lo hice. Y por ahora el negocio va creciendo, aún hay que poner dinero, hasta que se convierta en un negocio de referencia. Pero vamos bien y me enorgullece el hecho de dar trabajo a persona y media, una a tiempo completo y otra a media jornada...

¿Cómo hizo ese colchón económico si no es una indiscreción?

Yo quería volver a Santiago y si no había trabajo para los demás no lo iba a haber para mí. Siempre lo tuve claro. Por eso no me quedaba otra que abrir un negocio como éste en el que iban a ir dirigidos mis ahorros. He invertido entorno a 150.000 o 160.000 euros que he ganado, sobre todo, en el atletismo... Por supuesto, he tenido que prescindir que cosas, yo, por ejemplo, antes tenía un Porsche, que vendí por unos 20.000 euros, y ahora conduzco un Ford C-Max que no es ni siquiera mío, sino de una marca que me patrocina....

Pero, si así se siente realizado, no hay más que hablar, amigo

Como decía Frank Sinatra: 'He hecho cosas bien y he hecho cosas mal, pero las he hecho a mi manera'. He podido hacer mejores cosas en el atletismo, acepto, si hubiese tenido otra cabeza de junior, pero no las hice y ya no vale sentir pena. Hay que saber reconvertirse y recordar que para valorar la sonrisa tienes que haber llorado. Pues ese soy yo, un tipo, un atleta, si se prefiere, que no puede ver lo que pasa y callarse en esta España de mentira...

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