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Pepu llega con el dinero de Ricky

El ex seleccionador vuelve a entrenar después de año y medio alejado de los banquillos.

R. MILLÁN / M. ALBA

Sus ganas de volver a sentirse parte activa en una cancha nunca precipitaron su regreso al banquillo. 'Para mí, lo más importante cuando me presentan un proyecto es el espíritu que hay detrás', reiteraba Pepu Hernández, en varias entrevistas con este diario, durante su excedencia como técnico. Una conjunción de afinidades que el entrenador madrileño no encontró en las tres propuestas más firmes que recibió tras su destitución como seleccionador nacional en junio de 2008.

Sin embargo, el sí que no encontraron el Khimki moscovita, antes de la llegada de Sergio Scariolo, o las selecciones francesa, el pasado año, y brasileña, la Navidad pasada, Pepu se lo concedió al Joventut, en la tarde del miércoles, después de que la entidad verdinegra destituyera a Sito Alonso. 'Tenía mono de banquillo', se sinceraba ayer Pepu en una conversación con Público.

Su método, que pone el énfasis en la actitud, la defensa, el contraataque y la ausencia de roles rígidos, junto a su capacidad para generar un ambiente de convivencia distendido y con el respeto a las libertades, han sido las coordenadas que ha premiado el Consejo del Joventut frente a Svetislav Pesic, la otra opción que manejaba la directiva.

De hecho, en el trasfondo de la destitución de Sito Alonso, que tenía a Jordi Villacampa, presidente verdinegro, como único valedor entre la junta directiva, subyace las difíciles relaciones del ex técnico con la plantilla (Alonso había solicitado la baja de Bueno y Sonseca, una exigencia que no pudo realizarse por el alto coste económico), además de la irregularidad deportiva. Noveno en la ACB, actualmente fuera de los puestos de play off y con la obligación de un triunfo el próximo martes ante el Alba de Berlín para ganarse el pase a los cuartos de final de la Eurocup, la Penya confía en Pepu, cuyo contrato se extiende lo que resta de año y dos temporadas más para obrar el cambio en la dinámica.

'Llego con muchas ganas de trabajo. Vengo con una perspectiva distinta de lo que he podido ver desde fuera, primero como seleccionador y después como simple observador, y con unas ganas tremendas de empezar a trabajar', explicaba el técnico madrileño, una vez oficializado su fichaje, en la web de la Penya. Un club, como la mayoría de equipos ACB, en un difícil año por la crisis económica, con una tesorería muy ajustada, que ha podido afrontar la importante ficha de Pepu (más de 600.000 euros anuales) gracias al dinero que había dejado en caja la venta de Ricky Rubio al Barcelona.

Ante el anuncio de la llegada de Pepu, la plantilla verdinegra respondió ayer con silencio en deferencia a Sito Alonso. Hasta que el ex seleccionador dirija, el próximo domingo, su primer entrenamiento, Pep Clarós, segundo de Sito y que también trabajará con Pepu, dirigirá mañana al equipo en Vitoria en el choque ante el Baskonia.

Un partido que el madrileño presenciará en Badalona, donde Pepu retorna a un club con la misma idiosincrasia de cantera, tradición y concepto de baloncesto que Estudiantes, donde el técnico consiguió una Copa del Rey (2000), una Copa Korac (1998-99) y un subcampeonato de la ACB (2003-04).

Su hoja de ruta en el Joventut queda clara. 'Equilibrar las exigencias de competición con la política del joven jugador que siempre ha ayudado a la historia de la Penya'. Pepu dixit.

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