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El petróleo no da la felicidad

El Chelsea y el Manchester City dan un pobre espectáculo en el partido más caro de la Premier

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El derby del petróleo. El partido de los multimillonarios. El Manchester City y el Chelsea jugaron el sábado el partido más caro de todos los tiempos en la Liga inglesa, al menos si tomamos en consideración las cantidades pagadas en los traspasos.

El City puso un once que costó 196 millones de euros y tenía otros 103 millones en el banquillo, por cortesía de los petrodólares del jeque Mansur.

El Chelsea se conformó con 154 millones en el campo, con otros 42 millones a la espera de las sustituciones. Sus facturas van a cuenta de los petrorublos de Abramovich.

Este derroche de dinero produjo un espectáculo muy escaso en calidad, lleno de fuerza y sudor, y un número ínfimo de tiros a puerta con peligro.

Pero como lo que importa es ganar, los hinchas del City –los hermanos hasta ahora pobres de Manchester– quedaron muy satisfechos con la rentabilidad del encuentro. Ganaron 1-0 al líder, hasta ahora imbatido, con un gol de Tévez.

No en una jugada que mereciera ese nombre. El argentino comenzó a galopar, se aprovechó de las maniobras de despiste de David Silva, y marcó desde el borde del área.

Un botín paupérrimo para los casi 500 millones de euros acumulados en el terreno y el banquillo. El City juega con tres centrocampistas defensivos, y algún día sumará uno más a la partida. Mancini está dispuesto a convertir al Calcio en un dechado de descaro ofensivo en la comparación.

Silva se mueve con inteligencia entre líneas, siempre devuelve el balón en mejor estado del que lo recibió, pero se le nota algo perdido. Se le vio varias veces acercarse a Milner para intentar asociarse a él con pases cortos con los que ganar ventaja ante la defensa. Como si estuviera en la selección española.

Esto es otra cosa. Milner ni se molestaba en mirar. Lo suyo es un quiebro al defensa y centrar a puerta, aunque no haya casi nadie para rematar. Y su traspaso costó tanto como el de Silva.

El Chelsea no sufrió mucho con la derrota. El Manchester United empató (2-2) en la visita al Boltón. Se repite la tendencia del arranque de temporada. El equipo continúa encajando demasiados goles.

El Arsenal perdió en casa 2-3 ante el West Brom, un club recién ascendido. Almunia se tragó un gol escandaloso.

Una cosa es derrochar y otra ser tacaño. El Arsenal necesita un portero y Wenger debería rascarse el bolsillo. No lo hizo en verano porque sólo ofreció millón y medio de libras por el arquero del Fulham, el australiano Schwarzer. Por mucho que tenga 37 años, Schwarzer vale más que eso. Ahora el Arsenal lo está echando de menos.

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