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Otra plata para la sincronizada

España se cuelga su sexta medalla en los Mundiales de Natación de Barcelona en el ejercicio libre por equipos

EFE

El equipo español de sincronizada ha conseguido la medalla de plata en el ejercicio libre, por detrás de las poderosas rusas y por delante de Ucrania. Rusia completó una magnífica actuación y no precisaron la presencia de su principal estrella, Svetlana Romashina, que no tomó parte en el ejercicio. España, que se cuelga su sexta medalla en los Mundiales de Natación de Barcelona, consiguió 94,230 puntos y mostró una mejora con respecto al preliminar de este mismo ejercicio. La tercera plaza fue para el equipo de Ucrania (93,640 puntos).

En solo, en libre, en la rutina técnica o en un ejercicio libre y también, como hoy, por equipos. Las rusas son inalcanzables, lo volvieron a demostrar  en otro ejercicio que rozó la perfección. El tópico de la falta de creatividad en sus ejercicios lo han dejado atrás. Hoy, por ejemplo, firmaron un ejercicio magnífico, una recreación de un parque jurásico con una espectacular puesta en escena. Además su técnica es exquisita y están a mucha diferencia del resto, como refleja la puntuación obtenida hoy (97,400 puntos) y la diferencia respecto al segundo equipo, el español, que se quedó a 2,170 puntos.

Las rusas bordaron otro espectáculo en el agua del Sant Jordi. Interpretaron un número que conocen bien, agotado seguramente para el próximo ciclo olímpico, que llevan tiempo mostrando al mundo, pero que no deja de sorprender actuación a actuación por su perfección. Su hegemonía no parece tener fin. Desde que decidieron imponer su dictadura en esta disciplina, aprovechando la base de la gimnasia, la natación y las acrobacias -de lo que presume en abundancia y calidad el deporte ruso-, las soviéticas han dominado la sincronizada.

Empezó en el Mundial de Perth (1998). Rusia ganó en las tres disciplinas. Fue con Olga Sedokova (solo), que hizo el dúo con Olga Brusnikina. Salvo la aparición en el solo de la francesa Virginie Dedieu, las rusas se han subido repetidamente a lo más alto del podio. Por ejemplo, Natalia Ischenko lleva conquistadas 18 medallas en Mundiales (16 oros y 2 platas), Anastasia Davidova 14 (13 oros, 1 plata), y Anastasia Ermakova, 10 (8 oros, 2 platas). Ahora es el momento de las Svetlanas, aunque en el ejercicio por equipos, la Romashina no se prodiga.

Sin China, que no ha participado en los ejercicios por equipos en Barcelona, España tiene la puerta abierta para la plata. Se clasificó para la final con 94,100 puntos y tenían en Ucrania al único equipo que les podía hacer sombra para llevarse la plata. No fue así. España, a los acordes de 'Samsara', una pieza del músico de cámara del equipo, Salvador Niebla, estrenaron una vistosa coreografía, afinaron más en las acrobacias y mejoraron su puntuación con respecto a la anterior actuación al lograr 94,230 puntos.

'Samsara' es un viaje espiritual, una representación sobre el ciclo de la vida, una metáfora, seguramente, de lo vivido por el equipo en los últimos meses con el traumático adiós de Anna Tarrés y su sustitución por Esther Jaumà. Con Jaumà, el estilo es otro. Más pausado fuera de la piscina y que se traslada a sus nadadoras. La plata supone la sexta medalla del equipo español en este Mundial con lo que iguala el botín conquistado hace dos años en Shangai. Si mañana, España, como es previsible, se cuelga otra plata en el 'combo' habrá completado su objetivo, la séptima medalla, con lo que el equipo respirará tranquilo y la Federación se sentirá reforzada en su decisión sobre el cambio técnico.

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