La opinión de la medicina deportiva es unánime. El doctor Pedro Manonelles, secretario general de la Federación Española de Medicina Deportiva (FEMEDE), es claro respecto a la necesidad de conocer la causa del fallecimiento de Puerta.

“Es primordial que sepamos de qué se mueren los deportistas. Esta información es fundamental y, utilizada convenientemente, nos puede ayudar mucho a la hora de prevenir futuras muertes. Lo que sucede es que son asuntos delicados y suele haber enormes problemas para obtener información relevante desde el punto de vista científico. Hay siempre una vertiente legal en  estos casos, las autopsias dependen del Ministerio de Justicia y nos cuesta mucho obtener información útil a nivel cardiológico”.

El doctor Manonelles es uno de los máximos expertos en muerte súbita de Europa y posee artículos de prestigio en este campo. “Llevamos un registro de los casos de muerte súbita en el deporte español y recogemos información muy detallada de cada caso. En lo que se refiere a la muerte de Antonio Puerta, no existe información oficial de la necropsia”.

Revisiones periódicas

El doctor Juan Manuel Alonso, responsable médico de la Federación de Atletismo, considera que la muerte de Puerta debe servir para obtener la máxima información posible sobre estas patologías con el fin de prevenir nuevos casos. “Es conveniente conocer el diagnóstico para poder actuar de cara al futuro y sacar conclusiones. La Administración debería poner en marcha un plan a través del cual todos los deportistas con licencia en las federaciones se sometan a revisiones periódicas y supervisadas por especialistas en Medicina Deportiva. Los médicos del deporte consiguen identificar a tiempo el 80 por ciento de las patologías cardíacas en deportistas”.

Por su parte, el doctor José Álvarez Sabin, de la Sociedad Española de Neurología, señala que por la sintomatología conocida, Puerta no habría fallecido finalmente por el corazón, sino porque su cerebro estaría “necrosado” debido a una isquemia global causada a su vez por el paro cardíaco que sufrió en el campo.  A su juicio, una autopsia debe hacerse pública si aporta algo nuevo al saber científico.

Por último, el cardiólogo Fernando Arribas dijo que, con los síntomas descritos, se trataría casi con toda probabilidad de un problema cardíaco y, en concreto, de una arritmia, que no es tan fácil de ver en una autopsia como un infarto.