VALENCIA.- La decisión del consejo de administración del Valencia CF de devolver a las gradas de Mestalla valores de convivencia y respeto, apartando a aquellos aficionados bregados en conductas de odio y violencia, ha encontrado un nuevo aliado en el alcalde de la capital valenciana, Joan Ribó, y de toda la corporación municipal.

El edil valenciano tomó la decisión de hacer público su apoyo a la dirección del Valencia CF, después de que trascendieran en algunos medios de comunicación -no en todos- las presiones a las que está siendo cometido el club, en su voluntad de reconducir el ambiente socialmente irrespirable que emana del grupo de ultras de Yomus desde la grada denominada Curva Nord. Unos comportamientos basados en el uso de la violencia, el insulto y la amenaza permanente que puntualmente son denunciados antes los responsables policiales y la justicia, aunque algunos estén convencidos -erróneamente- de su impunidad, con el argumento de que en el estadio y alrededores “todo está permitido”.

El consejo de administración del Valencia CF, contando con el beneplácito del propietario del Club, el empresario singapurense Peter Lim, decidió empezar por el principal foco de contaminación ubicado en la grada de animación, conocida como Curva Nord.

Al frente de esta peña está un aficionado llamado Fernando León, elegido presidente en 2014. Tras su elección aseguró el 6 de octubre de ese año en la cadena SER, durante una entrevista realizada por el periodista Pedro Morata, que "si alguien viene a tirar latas o a emitir gritos nazis no entrará".

Han pasado dos años y no sólo Fernando León no ha apartado a los nazis y a los violentos, sino que en ocasiones claves van de la mano. Sin ir más lejos el pasado jueves día 2 cuando el propio presidente de Curva Nord junto al líder de Yomus, Joan Josep Martínez, insultaron y amenazaron a directivos del Valencia CF y a los responsables de comunicación y seguridad del club.

El historial delictivo de Joan Josep Martínez es muy relevante

Cierto es que fuentes de Mestalla aseguraron que el presidente de Curva Nord se limitó a insultar, y que las amenazas provinieron de Martínez, el ex presidiario, delincuente habitual y vinculado grupos nazis. Precisamente Joan Josep Martínez tiene prohibido por sentencia judicial el acceso a cualquier recinto deportivo, pero fuentes policiales aseguran que “moviliza a sus acólitos de Yomus con ayuda de sus lugartenientes en las gradas del Valencia incrustados en la CN10”. Obviamente de toda esta información y mucho más tiene constancia el servicio de información de la policía nacional a través de las denuncias presentadas por el club y por pesquisas propias.

El historial delictivo de Joan Josep Martínez es muy relevante. En varios informes relatan los comportamientos del calificado como neonazi por la policía. Unas de sus imágenes más recientes tuvieron lugar en Valencia el pasado 9 d’Octubre, día nacional del País Valencià, en la capital valenciana.

En aquella fecha las organizaciones de ultraderecha convocaron a sus miembros para boicotear los actos que protagonizaría el nuevo gobierno municipal del cambio, tras un cuarto de siglo de Rita Barberá. Se hicieron pintadas murales contra el alcalde Ribó y se vertieron amenazas graves e insultos, porque la nueva corporación había anunciado -y a si lo hicieron- que el acto institucional no incluiría la visita a la catedral. Entre los más activos de esas protestas contra el alcalde Joan Ribó y la corporación de izquierda se encontraba precisamente el líder de Yomus Joan Josep Martínez junto a miembros de los GAV y de su peña.

Los seguidores del Valencia publican en twitter las amenazas de los ultras de Yomus.

Miedo a los ultras de Yomus

El enfrentamiento contra los directivos del Valencia obedecía a la decisión de ubicar en la llamada Curva Nord del estadio de Mestalla una grada joven de animación donde limitaría el acceso a jóvenes valencianistas de entre 16 y 30 años, que disfrutarían de abonos con descuentos muy ventajosos, en torno a los 120 euros, un tercio del coste habitual de lo que pagan los aficionados adultos.

Esa decisión del club pretende desactivar los comportamientos que año tras año se viven en esa grada. Limitando el acceso a gente joven y nueva pretenden desterrar viejos vicios y comportamientos incitadores del odio, convirtiéndose en un lugar de entretenimiento, animación y convivencia, algo que hemos echado en falta durante años, señala desde el consejo de administración del Valencia CF.

Los seguidores del Valencia publican en twitter las amenazas de los ultras de Yomus.

“Al campo se viene a animar al club para motivar a los jugadores y pasar un buen rato en libertad, sin presiones, con amigos y para disfrutar del futbol, no para ser adoctrinado en comportamientos racistas y violentos”, señalan desde el Club.

Existe un amplio dossier de aficionados jóvenes del Valencia CF que han abandonado Curva Nord por las amenazas de los ultras de Yomus, y no han dudado en hacerlo público en las redes sociales, principalmente Twitter y Facebook. Y ese es precisamente el desencadenante del club para reorganizar y delimitar los espacios en el estado y tener un mejor control.

Intencionadamente los sectores ultras asentados en las gradas del Valencia CF no han dudado en reaccionar ante la medida del club con la vehemencia habitual. No han dudado en poner el foco en supuestos enemigos a los que descalificar gratuitamente y hacer gala de su habitual victimismo. Todo ellos contando con panfletos digitales de nulo recorrido elaborados por un comisionista de Picassent, y varios usuarios de Twitter que la mayoría tienen su origen en la misma IP.

Concentración hoy de ultras Yomus y Curva Nord

Para hoy a las ocho de la tarde los ultra Yomus junto a la Curva Nord han convocado una concentración frente al estadio de Mestalla para exigir al club que abandone su pretensión de limitar el acceso a la grada joven. Para ello han lanzado la consigna de “animar no entiende de edad”. En este sentido fuentes del consejo de administración dan la razón a los convocantes y les invitan a “seguir animando al club desde cualquier zona del estadio menos la delimitada para los jóvenes. El club no se opone a que animen, nada más lejos de nuestra voluntad. Lo único que pretende el Valencia CF es potenciar los valores de la convivencia en el deporte y el respeto, tal y como marca la Liga de Futbol Profesional, FIFA y la UEFA, desterrando de todos los terrenos deportivos a sujetos y comportamientos violentos que incitan y/o promueven el odio”.

Asimismo, fuentes del Valencia CF han informado que “la concentración cuenta con el visto bueno del delegado del Gobierno en la comunidad valenciana, Juan Carlos Morgues Ferrer, a pesar de que la Liga de Futbol Profesional (LFP) envió un escrito a la Delegación advirtiendo que entre los convocantes se encuentran varias personas condenadas por actos violentos y otras denunciadas por amenazas, coacciones y vejaciones a directivos del Valencia y de la propio LFP”.