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Roldán Rodríguez: "Esto llega una vez en la vida...o ninguna"

Once años después de subir a su primer kart, aspira a competir con Force India en 2008.

ALBERT MARTÍ

Este vallisoletano de mirada de acero y sorprendente modestia no avisó a nadie en Force India, el equipo que le ha hecho probador, cuando hace 15 días cumplió 23 años. Fue último en los entrenamientos oficiales de Montmeló, pero tiene clara una cosa: 'Ser piloto oficial de Fórmula 1 es lo que más quiero en el mundo'. Se despide con un aviso y una sonrisa: 'Cuando sea cinco veces campeón del mundo, me replantearé lo de mi humildad'.

¿Recuerda algún paso particularmente difícil hasta llegar aquí?

Cuanto más subes, más se complica la cosa. Cuando dejas el karting por el monoplaza, piensas que ya es una cosa impresionante, cuando llegas a Fórmula 3 crees que es el paso de tu vida, imagínate de GP2 a Fórmula 1. Y cada cambio son unas circunstancias. No es un deporte donde tengas delante a un tío y hay que ganarle y ya está. Aquí dependes de una máquina, y en eso necesitas suerte, porque por bueno que seas, sin coche no ganas.

¿Y ha tenido suerte en eso?

Hombre, no he tenido las circunstancias perfectas, he estado en equipos modestos. Tampoco ahora estoy en el equipo ideal, pero desde luego los inicios son duros. En el karting, cuando sólo me apoyaba mi familia, me debí hacer 500.000 kilómetros en furgoneta, cuando había gente que viajaba en avión y dormía en hotel. Yo salía del colegio los martes, con 14 años, me iba a Italia en la furgoneta, pasábamos el fin de semana y volvíamos el domingo.

¿Siempre despuntó?

Hay que tener habilidad y equilibrio, la verdad, y siempre estuve arriba. Y además intenté quemar las distintas etapas por las que he pasado.

¿Cree que su etapa en GP2 estaba cerrada?

Un segundo año seguro que viene bien. Pero las circunstancias han sido así, también es una categoría donde hay un montón de accidentes y casi nadie está satisfecho con sus resultados. Pero a una oportunidad como la que me han dado no se le puede decir que no. Esto llega una vez en la vida... o ninguna. Si soy el elegido para estar en 2008, habrá valido la pena.

¿Es optimista?

[Silencio] Me siento con un pie dentro, pero sólo uno.

¿Y qué tal sus primeras impresiones?

Muy bien. El primer test fue en Silverstone hace unas semanas, fue poca cosa, sólo 50 kilómetros. Como salió bien me dejaron hacer otro, y como salió bien, me dejaron hacer el de Montmeló. Los tiempos al final no fueron muy lustrosos, pero durante todo el día hicimos un trabajo muy bueno.

¿Qué es lo que más le ha chocado hasta ahora?

El número de personas que está pendiente de mí en el equipo. El resto es exactamente como siempre: un coche complicado de conducir y te tienes que hacer con él.

¿Hay algo particularmente duro en tu nuevo equipo?

Te dejan poco tiempo para entrenar y debes demostrar que eres mejor siendo debutante que otro que a lo mejor lleva varios años. Te dan una o dos oportunidades, y fuera.

La oportunidad de su vida.

Sin duda. Si no sale, puedo volver a GP2, quedar entre los tres mejores y que alguien vuelva a fijarse en mí, pero quiero aprovechar esta oportunidad.

¿Se siente fuerte mentalmente para convencerles?

[Silencio] Éste es un mundo muy crudo y complicado. Si estás en un equipo modesto y tu compañero de equipo va más rápido que tú, se te pone el cartel de malo. La rivalidad es enorme todos los días, y el principal rival es el que está en tu box; esto no es fútbol, donde tienes once compañeros.

¿Son muy competitivos?

Es la virtud número uno de un piloto. Alguna vez he pensado que si no pudiera ser piloto, me gustaría hacer cualquier otro deporte, que en muchos aspectos son más justos: la raqueta es la misma para todos.

¿Tiene algún referente?

Hay muchos pilotos que me gustan. El que más, Alonso.

¿Quién le ha dado buenos consejos en el ‘circo'?

De la Rosa, Gené, algún ingeniero. Ahí se ve a la gente que de verdad es humilde.

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