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Ronaldinho se ve "para jugar" y señala a Rijkaard

Quiere estar en Mestalla 'con o sin molestias'

ALBERT MARTÍN VIDAL

Después de cinco años, Rijkaard y Ronaldinho se deben muchos favores y se cuentan muchas puñaladas. La que el brasileño dedicó ayer a su técnico fue, sin embargo, para enmarcar.

En plena polémica por su ausencia en Almería y su supuesta falta de compromiso, denunciada por unos servicios médicos que declararon que el jugador no tenía 'ninguna lesión muscular ni tendinosa', Ronaldinho contraatacó ayer con demoledora suavidad poniendo la pelota en el tejado de Rijkaard.

'Con o sin molestias, estoy para jugar. Es un partido muy importante y quiero jugar', manifestó Ronaldinho después de entrenarse en solitario durante una hora y cuarto. De no incluirle hoy en la convocatoria para jugar la trascendental vuelta de semifinales de Copa de mañana contra el Valencia en Mestalla, Rijkaard tendrá un problema grave para justificar su ausencia.

Crónica de una tormenta

El brasileño hizo su declaración de intenciones después de que el barcelonismo en pleno haya señalado su falta de compromiso, algo de lo que se ha venido acusando repetidamente también a Deco. Tras su lenta recuperación de enero y febrero para parecerse en algo al Balón de Oro 2005, en vísperas de la visita al Almería se desató una tormenta que parece lejos de amainar. Ronaldinho no fue convocado para jugar y Rijkaard, que quiso evitar polémicas sobre la vida nocturna del jugador

-una vez más bajo sospecha- recurrió al manido comodín de las molestias musculares. El lunes, Ronaldinho se entrenó sólo seis minutos y los servicios médicos hicieron público un comunicado en que especificaban que no estaba lesionado.

Detrás de la declaración del club respecto a la buena salud del brasileño está el mayor rigor con la plantilla que ha impuesto Marc Ingla desde su llegada a la vicepresidencia deportiva del equipo. Después de unas semanas en que los servicios médicos han tenido que aguantar todo tipo de críticas por las reiteradas lesiones de los jugadores y por su excesiva prudencia a la hora de forzar a los que tenían molestias, el club no ha querido cargar con el sambenito de encubrir al ‘10' azulgrana, algo que era habitual en campañas recientes pero que este año había cambiado.

Ronaldinho ha jugado sólo 18 minutos en la Copa, pero sabe que el partido de mañana es fundamental y quiere aprovechar la ocasión para reivindicarse. Si Rijkaard mantiene su proceder habitual, le dejará fuera de la convocatoria por la simple razón de que no se ha entrenado con sus compañeros. Pero en ese caso, el técnico deberá cargar con la responsabilidad de haber dejado fuera del equipo a un jugador que ha declarado abiertamente estar en condiciones de jugar.

Y el Barça se asomará al abismo de un tabú que hasta ahora había evitado gracias a médicos, sobrecargas y molestias: el de la suplencia de Ronnie.

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